”Los elementos de alta tecnología están agradablemente contrapesados por utilería mecánica como paraguas que vomitan nubes y triciclos pedaleados por pies sin cuerpo revestidos en botas amarillas; Love es una experiencia fantástica cercana a los sueños y un modo tan visceral de reexperimentar el esplendor de los Beatles como uno podría haber esperado. Sólo la sección de los clowns en la que cuatro emplumados pichones aletean al ritmo de Blackbird no levanta vuelo” (The Independent).

- ”Pero es una empresa condenada al fracaso buscar una narrativa coherente en Love. Cirque des Beatles flota despreocupadamente entre lo bizarro y lo literal (...) Todavía estoy sensibilizado para el momento en el que la multitud me ha barrido hacia la tienda de recuerdos en una puja por llevarse loncheras de Submarino Amarillo y galletitas Love. Pero no me importa. Este circo nostálgico ha tocado mis fibras. Que se venga el Cirque d’Elvis en 2008” (The Observer).

- ”Love nos dice muchas cosas sobre la evolución de los Beatles en el panteón de los iconos culturales, sobre las disputas entre los fans de los Beatles preservacionistas y evolucionistas, y quizá por sobre todo, sobre la continua transformación del formato del Cirque du Soleil (...) Lo que han creado con Love es no tanto un musical o un concierto, sino una fantasía visual de video de rock en vivo de 90 minutos. Es visual porque, obviamente, la música está grabada (...) Como los videos de rock, contrae la imaginación del espectador, a menudo al servicio de los clichés del Cirque” (The New York Times).