Detrás de los silencios
“Estoy absolutamente delirante de felicidad”, dijo desde Nueva York el escritor y dramaturgo Ariel Dorfman en relación con el Nobel otorgado ayer a Pinter, un autor que conoce y sobre el que incluso escribió y publicó libros. “Mi relación con él es íntima y profunda”, agrega. “Mi primer libro sobre Pinter fue El absurdo entre cuatro paredes: el teatro de Harold Pinter. Se publicó en 1968 por Editorial Universitaria. En ese libro, que Harold no ha podido leer porque está solamente en castellano, aunque yo le traduje algunos párrafos, adopto una posición tercermundista sobre Pinter y anticipo que detrás de sus silencios y sus personajes se vislumbra un interés por la política que muchos otros comentaristas no comprendieron. A mí no me sorprendió que en los últimos años las obras de Pinter se refirieran más y más a temas de represión y resistencia.
–¿Pinter escribió sobre su país, Chile?
–Sí, pero también sobre Argentina, Turquía y otros países que sufrían dictaduras.
–¿Qué contacto tiene con él?
–Somos amigos. Nos vemos cada vez que con Angélica, mi mujer, viajamos a Londres, pero también nos hemos encontrados en otras partes del mundo, como Edimburgo o Hay, en Gales. Hablé ayer con él, para agradecerle que nos haya dedicado su último libro. Cuando conversamos, él no tenía ni el menor asomo de sospecha de que fuera siquiera candidato al Nobel.
–¿Después de conocerse el premio lo llamó?
–Hablé con Lady Antonia Fraser, su esposa, y una gran escritora. Me dijo que Harold está sorprendido, claro, pero sumamente contento.