Lunes, 17 de septiembre de 2007 | Hoy
LITERATURA › OPINION
Por Sergio Olguin
Con Gandolfo me pasó algo extraño: lo descubrí en la adolescencia, a los trece o catorce, con un relato que había sacado en alguna publicación lateral de la revista Humor. Era “Corta amistad en Londres”, un cuento donde él es personaje y se cruza con H. G. Wells. Y durante mucho tiempo estuve convencido de que eran amigos, cosa imposible, porque el tipo a esa altura ya tendría como cien años. Cuando leí en los ’80 los cuentos de La reina de las nieves fue una sorpresa, porque descubrí un tipo de literatura argentina que hasta el momento no conocía: la posibilidad de narrar con un lenguaje rico, elaborado, culto, si se quiere, unas historias fuertes. Por lo general, hasta ahí, había dos líneas: la más esteticista y la más narrativista. Pero Elvio podía combinar las dos. Es de esos autores a los que, en la adolescencia, uno le marcaba las palabras, para luego utilizarlas en un relato propio. Y después, lo más increíble, es la gran capacidad cultural y de lectura que tiene. Y la honestidad intelectual, única en la Argentina, para hablar de libros: es un crítico impresionante, capaz de ver la virtud y el defecto más allá de quién sea el autor.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.