Martin Scorsese no es precisamente un recién llegado al mundo del rock. Ya en 1970 había sido uno de los montajistas de Woodstock. Ocho años después filmó el concierto de despedida del grupo The Band, que se llamó The Last Waltz (en Argentina se conoció como El último rock). Y tres años atrás hizo el documental No Direction Home, sobre los primeros años de Bob Dylan, con material de archivo. “Ahora estoy preparando un trabajo similar sobre George Harrison, pero todavía estoy en la etapa de investigación, viendo noticieros y películas caseras”, contó ayer Scorsese aquí en Berlín. Un periodista también sacó del arcón de los recuerdos One Plus One (1968), de Jean-Luc Godard, que giraba obsesivamente sobre un único tema, “Simpathy for the Devil”, y tanto Jagger como Scorsese lo tenían muy presente. “El mérito de Godard fue capturar un momento decisivo a partir de ese tema”, recordó Jagger, mientras que para Scorsese “One Plus One consiguió algo único: mostrar paso a paso cómo se ensayaba y grababa un tema que luego sería histórico”.