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Martes, 15 de abril de 2008

CINE › COMPETENCIA INTERNACIONAL

China sí, Chile no

 Por Horacio Bernades

Imágenes chinas en la competencia internacional de 10º Bafici. Primero fue Up the Yangtze, documental que habla del presente chino a partir de un hecho muy específico, la construcción de la ya famosa represa de las Tres Gargantas. Ahora aparece Night Train, segundo film de ficción de Diao Yinan, que con sólo mostrar a unos pocos personajes en unos pocos días de su vida se las arregla para hablar de la China actual con un poder de alusión (y de elisión) que recuerda al de su compatriota Jia Zhangke, el de Xiao Wu, Plataforma y The World. Dicho sea de paso, en su documental más reciente, Useless, que forma parte de la sección Trayectorias (y del que restan todavía un par de proyecciones), el propio Zhangke aborda el micromundo de la moda como sinécdoque de su sociedad.

Si el arte de Diao Yinan recuerda al de Zhangke, es por su concisión y poder de síntesis, por su rigor expositivo y sus elipsis narrativas, por su notable capacidad para volver lo concreto alusivo, sin que pierda vida propia. Night Train narra un episodio curiosamente semejante al de la película griega de competencia, Correction: la insospechable vinculación entre un ejecutor y la persona más cercana a la víctima. La protagonista, una joven viuda llamada Hongyan, trabaja en la policía judicial, trasladando y custodiando prisioneros. Eventualmente los ejecuta. Tras hacerlo con una mujer que es en buena medida su espejo (la protagonista viene de sufrir un intento de violación, y a la mujer se la juzga por haber asesinado a su violador), a la larga Hongyan terminará relacionándose con el marido de aquélla y ocupando tal vez su lugar.

Con una concisión tal que le permite narrar una ejecución fuera de campo y representarla sólo con el par de guantes que la protagonista usó para darle el tiro de gracia a la víctima, Diao Yinan redondea en Hongyan un personaje cercado por la soledad, la tristeza, el abatimiento y la muerte. Fábricas, chimeneas humeantes, trenes atestados, salones de baile semivacíos y represas gigantescas constituyen el entorno de los personajes, sugiriendo que lo que les sucede no es tanto de origen individual como social. Pero sin subrayados que lo enfaticen.

Frente a la tristísima gravedad de Nigh Train, S.O.S. Ex parecería ensanchar su liviandad y despreocupación. Filmada en un formato scope infrecuente en el cine argentino, S.O.S. Ex es la ópera prima en solitario del único de los tres directores de El descanso al que le faltaba debutar da solo. Después de Rodrigo Moreno con El custodio y Ulises Rosell con Bonanza y Sofacama, ahora Andrés Tambornino se les suma con S.O.S. Ex.

No sólo es infrecuente el tamaño del cuadro, sino también la destreza y fluidez de la puesta en escena, con un trabajo de reencuadres, correcciones, primeros planos y travellings cortos que tal vez se haya inspirado en algunos films de la francesa Claire Denis. Sobre todo en Bella tarea, con la que comparte mucho sol y exteriores. S.O.S. Ex transcurre casi toda a bordo de un velero, en el que viajan dos parejas. Una es la integrada por Ana Celentano y el actor coreano-argentino Chang Sung Kim (veterano de Los simuladores), y la otra la forman Camila Toker y Pablo Ribba, cuyo aspecto simiesco, carisma callejero y lenguaje carrero lo convierten en revelación. Si alguien se quejara de que pasa poco o nada, debería tener en cuenta que, visiblemente, la película no pretende narrar sino invitar al espectador a un paseo de hora y media en velero. ¿Que es poca cosa para una película? Tal vez. ¿Que la búsqueda de comicidad suena en ocasiones un poco forzada? Es verdad. ¿Que la fotografía de Iván Grodz, técnicamente notable, se engolosina a veces con planos de tarjeta postal? Demostrable. ¿Que los temas de Flor Maleva que se escuchan son feísimos? Opinable. Pero si algo es indiscutible es que a pesar de todo eso la navegación fluye, de punta a punta.

No puede decirse lo mismo de la chilena El cielo, la tierra y la lluvia, primera ficción de José Luis Torres Leiva, cuyo documental El tiempo que se queda ganó un premio en el anterior Bafici. Ganadora del Premio Fipresci de la Crítica en el último Festival de Rotterdam, El cielo, la tierra... presenta a cuatro personajes que viven en una isla fría y agreste, al sur de Chile. Una de ellos trabaja en una tienda de ramos generales y cuida de su madre enferma, otro es un cazador y hay una chica depre, que en algún momento amaga con querer convertirse en una Alfonsina Storni del Pacífico. Los personajes casi no se comunican y tampoco lo hacen las imágenes, largas por demás y como empeñadas en subrayar justamente esa falta de comunicación. Un cine pleonástico y tal vez muerto. Demasiado esforzado, daría la impresión, en hacerse a la medida del gusto de ciertos festivales, como el de Rotterdam o el propio Bafici.

* Night Train se verá hoy a las 16.45 en el Hoyts 12 y mañana a las 20.15 en el Atlas Santa Fe 2. S.O.S. Ex, hoy a las 16 en el Hoyts 10 y mañana a las 22.45 en el Atlas Santa Fe 1. El cielo, la tierra y la lluvia, hoy a las 20.15 en el Atlas Santa Fe 2.

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