Un aniversario con pendientes

El martes pasado, 11 de octubre, se conmemoró el Día de la Mujer Boliviana (una fecha instituida en 1975 en homenaje a Adela Zamudio, poeta, periodista y pedagoga que jugó gran parte de sus actuaciones públicas en polémicas con autoridades eclesiásticas ofuscadas porque ella criticaba la influencia de la Iglesia Católica en las vidas de las mujeres), y para la ocasión el movimiento de mujeres de Bolivia procedió a un balance de la situación. Hace ya diez años que el país cuenta con un Viceministerio de la Mujer, y 16 (en 1989) que ratificó la Convención sobre la Eliminación de Discriminación contra la Mujer. Sin embargo, las integrantes de la red Amupei señalaron en un pronunciamiento que “la participación política de las mujeres sigue viéndose mellada”, que el acceso al sistema educativo no es facilitado (al igual que su permanencia en él), que “la desigualdad y discriminación en el trabajo ponen de manifiesto la contradicción entre la igualdad política formal y las desigualdades de hecho”, y que aunque las muertes maternas se han reducido en los últimos años casi a la mitad, “Bolivia continúa con la mortalidad más alta de América latina”: cada año, mueren 650 mujeres, lo que hace un promedio de dos por día. Actualmente, Amupei está preparando un estudio sobre la percepción que las mujeres tienen de su calidad de vida a diez años de Beijing, de manera de medir “los avances del Estado en sus compromisos asumidos”. Además, a principios de noviembre presentarán a los candidatos presidenciales “una agenda mínima de políticas públicas” que está siendo consensuada por todo el país.

Cuando el milenio queda lejos

Hacer valer la igualdad de derechos entre hombres y mujeres es una de las herramientas indispensables para disminuir la pobreza, señaló la ONU al presentar esta semana su informe sobre el “Estado de la Población Mundial 2005”. Durante la presentación, la directora de la oficina nacional del Fondo de Población de la ONU, María del Carmen Feijóo, la directora del Cedes, Silvina Ramos, y la representante de Cancillería para Temas de la Mujer, Juliana Di Tullio, coincidieron, además, en otro análisis: la despenalización del aborto evitaría cientos de muertes evitables al año. Refiriéndose específicamente a la Argentina, Ramos señaló que aun cuando ha mejorado el acceso de las mujeres a la educación y la tasa de mortalidad materna decrece, continúan las dificultades para acceder al servicio de salud, y que las desigualdades económicas regionales dentro del país acentúan la desigualdad de género.