El 92 por ciento de las mujeres hace la cama. Pero lo que se esconde o se pliega bajo las sábanas sigue mostrando las diferencias de sexo. Solo el 38 por ciento de los hombres junta la tela bajo el colchón, según una encuesta realizada entre 1008 personas mayores de 16 años por el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) – Voices y la Fundación Uade, publicada en septiembre del 2015, que vuelve a ratificar que las tareas domésticas recaen, en mucha mayor medida, sobre el cuerpo de las mujeres.

La letra chica doméstica se mide con trapos y relojes perdidos o ganados al deseo propio. Dime quién limpia los baños y te dire cuánta igualdad real hay en tu casa ya que siete de cada diez mujeres pasan lavandina por el inodoro mientras que arremangarse cepillo en mano es un esfuerzo que solo realizan dos de cada diez varones. El cuidado de los niños y niñas también es una tarea que recae doblemente sobre los hombros maternos. El 63 por ciento de las encuestadas había cuidado el día anterior a sus hijos/as mientras que el 32 por ciento de los padres había peinado, llevado al colegio o entretenido a niños o niñas. En tiempo las mujeres le dedican 8:15 horas al cuidado de sus hijos y los varones, en cambio, 4:40 horas. Y no es que el progreso venga marchando: “Cuando se analiza género y edad simultáneamente, los datos del estudio muestran que las diferencias entre hombres y mujeres persisten en los distintos grupos etarios y también que no hay cambios significativos en las nuevas generaciones. De esta manera la división por género en las actividades del hogar es un hecho que atraviesa las distintas generaciones y persiste aun ante nuevas circunstancias como el ingreso de la mujer al mercado laboral”, sostiene la investigación.