El flamante intendente de Quilmes Martiniano Molina (Cambiemos) despidió, según reconocen fuentes de su gestión, a ochocientas personas. Aunque para la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) la cantidad de trabajadores afectadas/os por el desempleo llegarían a mil. Mientras que el ex chef, se hizo aumentar el sueldo a 112 mil pesos más 50 mil pesos de gastos de representación.

Pero, además de las pérdidas de fuentes de trabajo, se desarmaron equipos especializados en atención de género, infancia y adolescencia que implican un retroceso en políticas públicas de inclusión e igualdad. “Estos despidos no conllevan solo un problema gremial, sino también expresan una concepción despectiva de lo social, así como el desconocimiento de las trayectorias de trabajo institucional que dan sustento a las políticas sociales donde los vínculos de los profesionales, el seguimiento de las trayectorias (particularmente de niños y jóvenes) es fundamental para la superación de la situación de vulnerabilidad social que requieren del acompañamiento del estado para su superación. Al igual que (Mauricio) Macri el nuevo Intendente de Quilmes parece más preocupado por las apariencias y por dar respuesta a los que no utilizan el Estado que por llevar adelante la tan mentada pobreza cero. Es lamentable que no se ponga al frente de la gestión en vez de destruir lo que ya estaba funcionando en línea con los intereses de los sectores más débiles de la sociedad quilmeña.

Mientras que el Colectivo de Trabajadores de la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia reclamó: “Es importante aclarar que a los fines de poder promover y proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes quilmeños es necesario respetar los derechos de los trabajadores, ejecutores imprescindibles de la política pública de niñez. Por eso, exigimos a las autoridades municipales la inmediata reincorporación (de las/los despedidos/as)” e informó que se mantienen medidas de fuerza hasta que se restablezcan los puestos de trabajo.