[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“La Griesa Cultural”: bajo este título publiqué hace días en mis redes sociales los afiches de La Leona y Los Ricos no piden permiso, próximas telenovelas del prime time en Telefé y El Trece. El juego de palabras Griesa por grieta no pasó inadvertido. Y es que, nos guste o no, parece haber dos Argentinas. Esta división no es nueva ni gracias o por culpa de un gobierno equis. La antinomia River-Boca, Ricos-Pobres, Peronismo-Anti, son de siempre. Quizá quedaron más expuestos a partir de la última década, por decisiones varias y claras de algunos y por el acceso que todos tenemos a recibir y publicar información y opiniones. Tal es así que hace semanas, más precisamente desde que el macrismo llegó al poder, la novela que escribí con Susana Cardozo y equipo empezó a recibir una campaña de boicot en su contra.

Hubo titulares tales como Decile no a La Leona, Boicot a la novela de los ParasitosK, No a la continuidad del relato Kretino, que pueden encontrarse en las redes, acusando a la novela de Telefé de ser subsidiada, cosa que tampoco es verdad. Protagonizada por Nancy Duplaá, Pablo Echarri, Miguel Ángel Solá, Susú Pecoraro, Esther Goris, Dolores Fonzi, Hugo Arana, y otra veintena de actores de igual talla y peso, “La Leona” cuenta la historia de María Leone, una trabajadora como cualquiera de nosotros, que no está dispuesta a perder su fuente de trabajo. La nuestra es una historia de amor, pasión y lucha. Amor al barrio, a la familia, al trabajo y al país que habitamos. Fue escrita y grabada antes de su salida al aire, incluso antes de la asunción del nuevo gobierno. No es una novela partidaria ni panfletaria, pero sí con ideología y valores, simplemente porque quienes la hacemos los tenemos. Pueden compartirse o no, pero no pretenden constituirse en ejemplo de nada. El nuestro es un cuento que sólo busca entretener y, con suerte, dejar en claro qué pensamos, sentimos y queremos de la vida quienes narramos esto.

La dinámica de la sociedad y la televisión quisieron que “La Leona”, concebida para emitirse en el 2015, se vea en el 2016 en un contexto muy distinto. Pero el producto es uno: sólido, coherente, orgánico. Y no se verá sometido a golpes de timón por un punto de rating, ni para pegarle o empoderar a nadie. Antes de empezar nos sobran detractores. A ellos invito a ver “La Leona”. Estoy seguro que más de uno se verá reflejado. Y que con vergüenza, o no, admitirá que habiendo prejuzgado, finalmente se enamoró de ella.

(*) Autor de La Leona, Tratame Bien, Locas de Amor, Lalola, Familia en Venta, etc.