El Gobierno declaró la emergencia de Seguridad Pública en todo el país por un año para revertir la “situación de peligro colectivo” La medida abre la puerta a la represión de la protesta social, el derribo de aviones que es una pena de muerte aérea, además de habilitar compras para proveer herramientas de seguridad de manera laxa y rápida. Se consigna que se quiere combatir la prostitución y pornografía infantil. Sin embargo, el trabajo realizado en género dentro del Ministerio de Seguridad fue debilitado por la nueva gestión de Patricia Bullrich.

La ex Directora de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad, hasta diciembre del 2014, Natalia Federman denuncia despidos de trabajadoras claves en generar protocolos y políticas de igualdad para las mujeres, lesbianas, gays, trans que implican un desmantelamiento de la perspectiva de género en la seguridad ciudadana: “Habíamos emprendido la tarea de de pensar a los derechos humanos y a la igualdad de género como un principio que debe ser garantizado y resguardado por el sistema de seguridad del Estado. Por ello, implementamos una política de género que buscaba revertir, en el ámbito de la seguridad pública, las situaciones estructurales de desventaja pero también el desarrollo profesional de las mujeres en condiciones de equidad. Se elaboraron las “Pautas para la intervención en casos de violencia en relaciones familiares”, se triplicaron la cantidad de mujeres que ingresaron a las fuerzas de seguridad, se incluyó a personas trans y se crearon Centros Integrales de Género. Varias de las personas que fueron desvinculadas en estos últimos días cumplían funciones en estos programas. Como consecuencia de ello, el área quedó diezmada. Nadie les consultó sobre las tareas desarrolladas o su experiencia profesional, sino que simplemente se trataba de una decisión política”.