El punto exacto entre los devaneos femeninos, la escritura interesante, la data que cada visitante quiere conocer, la espontaneidad y la constancia en los posteos no es fácil de encontrar en la vida de un blog. Pero aquí está el de Perra de agua (http://www.perradeagua.blogspot.com) para demostrar que todo es posible. Y más, también: el buen gusto para seleccionar textos prestados de otras plumas y/o de otros blogs, el post sobre las dificultades a la hora de bloggear (“yo recién me tiro al agua, nadaré un tiempo más y veremos qué pasa”), la emoción y la info sobre eventos varios. Con el correr del tiempo, el blog –que cumplió un año el 21 de enero– fue agregando atractivos que se lucen en la columna derecha del mismo. Primero suscripciones por e-mail, luego el lector de feeds, un widget con su selección musical, otro de fotografías, blogroll, poemas varios y, recientemente, la mega estrella del microblogging, Twitter. Lo que tiene de interesante cada agregado es que la autora se ocupa de explicar cada funcionalidad con simpleza, para que pueda ser abordado y utilizado por alguien que no sabe nada de este mundillo, ni tampoco de tecnología. En ese sentido es un blog motivador. Para llenar el “veremos qué pasa” al que aludía en las primeras entradas, Perra de agua escribió el post Golpes bajos (del cual recomiendo también leer los comentarios): “Mónica tiene unos ovarios del tamaño de un container. Si ella está mal, es porque el aire no se respira. Si ella está mal, es porque realmente el mundo nos dio vuelta la cara”, se lee en el post del 15 de julio de 2008; o el análisis a la pregunta de por qué bloggear, en el post del 12 de junio último: “Estamos acá para cubrir carencias. Por eso funciona. Le funciona al blogger, no vamos a negar, le funciona a LO que hace que todo esto funcione, y a nosotros. Algunos lo hacen porque están solos, porque se cansaron de ver Tinelli, porque están en la oficina y tienen chotabanda, porque no quieren estar donde están, porque quieren otra cosa, algo más, qué sé yo”, tema que retoma en el reciente post del 12 de enero, en el que propone pegar stickers por la ciudad con la consigna “lee blogs” como alternativa a los blogrolls “Yo creo que hay de salir del agujero interior, encontrar nuevos circuitos para insertarse”, “para que las lecturas se expandan”. También es recomendable el remate certero en “De tres cosas estoy harta”, el 25 de abril; la calidad de escritura del post Lágrimas en el espejo, el 27 de marzo: “Lohana cuenta que un día, destruida, consumida y seca como la piel de un muerto, de tanto aguantar humillaciones y desprecios se paró desnuda frente a varios espejos de su living. Entonces se miró, largamente se miró, y se lloró, se lloró la vida. Se habrá llorado las ausencias, los gritos, los insultos, las cargadas, las puteadas, las caras de asco, las viejas de mierda y los curas indignados, los golpes de la cana, las reprobaciones familiares y los amores no correspondidos, y tantas otras cosas se habrá llorado esa tarde Lohana. Pero así y todo se aceptó, de allí y para siempre se aceptó”.

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