Casi tan eficaz como fue alguna vez el chisme, pero con un alcance que no reconoce fronteras: la difamación en Internet –cualquier texto que se escriba dentro de un blog, en algún sitio con poco filtro para la información no chequeada, etcétera– es una herramienta de uso común también para dar la estocada final a una disputa privada o pública. Así, años de trabajo y de trayectoria valiosa de una o un profesional pueden verse cuestionados por sitios que, gracias a una buena indexación en buscadores, rankean en primer término. Aun cuando la mayoría sepa que no todo el contenido que circula por la web es verdadero ni mucho menos bien intencionado, estos “malos” perfiles que se delinean on line molestan y mucho. Para evitar malas búsquedas virtuales, facilitarnos las cosas y ahorrarse dolores de cabeza con reclamos varios, es que Google acaba de crear la opción de que cada usuario pueda crearse su propio perfil en el buscador. Para hacerlo hay que ir a la página www.google.com.profiles e ingresar o modificar (porque Google suele contar con varios de ellos) allí los datos que mejor nos representen ante el mundo. Se puede elegir enlaces a sitios donde estén nuestros trabajos anteriores, álbumes de fotografías, perfiles en redes sociales o de profesionales, nuestro blog o sitio personal o profesional, o ingresar más datos, como mail o número de celular. Además de los datos que deseemos ingresar, también podemos elegir por la negativa, es decir, no colocar allí ni blogs personales ni fotografías íntimas por más que estén colgadas en algún álbum on line. Estos actos podrían dar a entender no sólo un amplio sentido de la privacidad, sino que aquellos sitios no son parte de nuestra historial “oficial”, aunque sea material ya público. El perfil creado por una misma puede ser editado cada vez que se desee.

Este link indexará en el buscador cuando cualquiera ingrese nuestro nombre en la búsqueda. Si la persona es muy conocida, es posible que la búsqueda demande algún tiempo en ubicarse en primer término. Pero una vez alcanzada la cima, ya está la misión cumplida y la variable no debería moverse de los primeros lugares.

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