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Desde 1993 se realiza en el Parque Roca el subprograma de zooterapia para chicos y chicas con capacidades diferentes. Actualmente, hay alrededor de 500 niños y niñas que concurren a esta actividad. Sin embargo, el macrismo desmanteló la sede –en el Parque Roca– y los privó de esta posibilidad de mejorar su calidad de vida. La diputada porteña María Elena Naddeo (Diálogo por Buenos Aires) y la defensora adjunta del Pueblo Graciela Muñiz se quejaron del desmantelamiento de este proyecto.

En el entramado burocrático, el Ministerio de Salud porteño quitó a su coordinadora, Elsa Szwarcman, en una resolución que exige la restitución de la profesional a su cargo de base en el Hospital Piñero. En realidad, sin coordinadora (que además era quien cuidaba a los animales que acompañaban al terapista en la atención a los y las pacientes), en un predio ya desmantelado, el programa perdió el rumbo. Aunque la burocracia no firmó su final, sí lo ejecutó quitando el personal de sus funciones.

En estos días el subprograma de zooterapia no tiene responsable a cargo y nadie cuida de los animales. Por lo que no se trató de un reemplazo sino del cierre de este proyecto. De hecho, Szwarcman denunció que “hay una persecución a todo el equipo de trabajo”. O sea, su pase no fue una casualidad sino una consecuencia de la intención de usar ese espacio con otros fines. Y la realidad es que, hoy en día, el servicio es inexistente, por lo que cientos de niños y adolescentes que presentan discapacidad mental, motora, física y/o sensorial no cuentan con este programa de estimulación.

¿Por qué? Graciela Muñiz denunció la intención del Ejecutivo de utilizar el predio público donde funcionaba el programa para fines privados. La funcionaria realizó un recurso de amparo en la Justicia y reveló que hay una voluntad en el Gobierno de Mauricio Macri por “desvirtuar el uso del espacio público con fines empresariales”.

La defensora presentó un recurso de amparo a raíz de la publicación en el Boletín Oficial de la Ciudad de una cesión, por cinco años, a la Federación de Autotransporte y Carga de un espacio del parque que, justamente, linda con el lugar que ocupa el servicio de zooterapia.

“No puedo entender cómo van a cerrar algo que es tan importante para nuestros hijos”, dijo Laura, una de las mamás presentes en la reunión, quien contó que este tratamiento le “cambió la vida” a su hija, que “antes no se comunicaba y en la actualidad sí lo hace, y además aumentó su lenguaje”, valorizó.

Mientras que Susana, mamá de Noelia, de 13 años, enmarcó la importancia de esta área dependiente del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires: “La zooterapia les da a los chicos cambios en su vida que quizá para nosotros son normales, pero para ellos son logros importantes”. “Es inmoral que cierren este servicio, vamos a hacer todo lo que se pueda para que siga funcionando”, remarcó Amelia, otra de las mamás que llevaban a sus hijos al Parque Roca y que, juntas, convocaron a una movilización, la semana que viene, frente al predio en el que –pre-

suntamente– se quiere dejar de lado la terapia para chicos con discapacidad para potenciar los negocios inmobiliarios en la Ciudad.

Las mamás denunciaron que este proyecto que funcionaba hace diecisiete años en el ámbito del Estado porteño dejó de funcionar hace un mes, aproximadamente, y dejó sin tratamiento a 480 niños, niñas y adolescentes con múltiples discapacidades y/o trastornos sociales, y reclamaron que se restablezca el programa.