Viernes, 15 de abril de 2011 | Hoy
EL MEGáFONO)))
Por Nancy Sotelo *
Norma Huel fue asesinada por Leopoldo Gómez, su ex pareja, quien le disparó en varias partes del cuerpo ante la presencia de la pequeña hija de ambos, de tres años. Norma es otra víctima de la violencia machista, una muerte que se pudo haber evitado. El agresor actuó según los parámetros patriarcales: con la violencia atroz que hiere y mata.
Norma había decidido separarse. Estaba por conseguir una vivienda propia. Pero él la asesinó antes de que pudiera mudarse.
La violencia tiene sus fuertes raíces en el sistema de dominación: el varón considera a la mujer como de su propiedad y ante la posibilidad de perder ese poder actúa con la máxima expresión de violencia machista que es el femicidio. La muerte de Norma se podría haber evitado si entendemos a la violencia como un problema que trasciende el ámbito privado para transformarse en un problema que nos compromete a todxs como sociedad. Si Norma hubiera encontrado la asistencia y contención a su realidad, este crimen no se hubiera cometido.
Desde nuestro colectivo de mujeres venimos denunciando esta impunidad que permite la naturalización de la violencia otorgando connotaciones pasionales a los femicidios para deslindar la responsabilidad de la sociedad y del propio Estado en la implementación de políticas preventivas y asistenciales para las mujeres.
El pasado miércoles 6 de abril, la legislatura chaqueña sancionó –por unanimidad– la Ley 6770, que crea la Oficina de Atención, Asesoramiento y Seguimiento de Casos de violencia hacia las Mujeres, y que fue impulsada por el diputado Carlos Martínez.
La norma establece que la oficina estará integrada por un equipo interdisciplinario compuesto por personal capacitado para la atención de las cuestiones médicas, psico-sociales y legales. Además, se habilitará un equipo móvil conformado por tres grupos de asistencia diferenciados para casos de violencia doméstica, violencia sexual y maltrato a menores de edad.
Estamos felices pero sabemos que el objetivo sigue siendo realizar acciones concretas contra la violencia. La oficina es una herramienta indispensable ya que brindará atención inmediata y permanente para las mujeres víctimas, con la participación rotativa de los profesionales con turnos y guardias para cubrir las 24 horas del día.
Esta ley es un logro fundamental para contribuir a frenar los asesinatos de mujeres. Ahora es urgente la aplicación de la normativa y, para eso, es clave que el Ministerio de Seguridad, Justicia y Trabajo ponga en marcha la oficina, ya que no hay más margen para que se dilate su creación y funcionamiento.
No podemos tolerar que la violencia se siga cobrando vidas de mujeres. Por eso, solicitamos la aplicación de la Ley 6770 y que el Estado tenga presencia activa en la prevención y asistencia para mujeres que están en riesgo ante la violencia e impunidad de los agresores.
* Profesora e integrante del movimiento de mujeres Juana Azurduy, de Chaco.
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