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The Newsroom es la serie sobre todo eso que el periodismo debería ser y no es, una clase magistral hecha con diálogos agudos y profundos que pone en relieve un modo de ver la realidad a través de un filtro moral, que a muchos espectadores y críticos parece haber molestado. En las dos primeras temporadas se muestra el encuentro tan poco común entre ética y vida cotidiana, con la producción de un noticiero de televisión como contexto. Ese cruce entre moral, cotidianidad y periodismo es la clave de esta serie de HBO, que despertó amores incondicionales y desprecios feroces, casi por igual.

“Gastamos en defensa más que los siguientes 26 países juntos, 25 de los cuales son aliados”, contesta el personaje de Will McAvoy (interpretado por Jeff Daniels) en el primer capítulo cuando le preguntan por qué Estados Unidos es el mejor país del mundo. Frente a todo un auditorio asombrado, el conductor del noticiero contesta que no, que ya no son, que hace tiempo dejaron de ser el mejor país del mundo. Esa primera escena sirve para ejemplificar de entrada cuál es el recurso que hace a The Newsroom una serie que se destaca sobre la enorme cantidad de oferta que este género televisivo brinda en los últimos años: el texto, las palabras dichas por los personajes, la forma de hablar y de expresar una idea del mundo. El artífice detrás del guión lúcido, atrapante y un tanto grandilocuente es Aaron Sorkin, el guionista que también estuvo detrás de los diálogos en las series The West Wing y Studio 60 on the Sunset Strip y las películas Social Network y Moneyball.

Otro de los puntos más alabados y reprochados a la vez fue el idealismo con que Sorkin presenta a sus personajes, periodistas jóvenes y adultos que no están sometidos a los intereses, la mezquindad y el maltrato que rodea a la profesión en la actualidad. “Mi deseo es volver a hacer héroes a los periodistas”, declaró el autor. Con cierta simpleza, que puede leerse como ingenuidad, ese idealismo está criticando una manera de hacer periodismo, y rescata la dignidad, la libertad y la ética, por sobre la competencia, la falsedad y el engaño. La vida privada y la vida laboral se superponen, se mezclan, a veces se contradicen y otras se corresponden. Los personajes viven desencuentros y decepciones amorosas mientras trabajan para contar sin demagogia y con honestidad hechos y situaciones reales como la muerte de Bin Laden, el ascenso del Tea Party, el movimiento Occupy Wall Street y un supuesto caso de militares que usaron gas sarín.

Los personajes femeninos tienen un papel predominante en la serie. Las mujeres en The Newsroom se mueven entre el dramatismo, la duda, la emotividad y el orgullo de hacer lo que realmente tienen ganas y que se las respete por eso. MacKenzie (interpretada por Emily Mortimer) es la productora del noticiero, una mujer con autocrítica que lamenta haber cometido un error en su vida personal, pero que logra enfrentarlo para cumplir con su trabajo. Alison Pill, en la piel de Maggie, es tal vez el personaje femenino con más matices y posibilidades de cambio. Una tragedia sucedida en un viaje modifica su vida y su forma de pararse ante el mundo que la muestra humana pero fuerte. Jane Fonda interpreta a la presidenta de la cadena, pero es Sloan Sabbith, interpretada por Olivia Munn, la figura que encarna a la mujer que hace valer sus derechos, sabe lo que quiere y actúa para conseguirlo, no se deja pisotear y ajusta las cuentas de igual a igual con los hombres cuando es necesario.

“Mi único deseo con The Newsroom es hacer una hora de televisión divertida, entretenida, idealista y optimista sobre un grupo de luchadores”, afirmaba Sorkin. Los seguidores de la serie confían en que también lo logrará en la tercera temporada que se verá el año que viene.