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El Gobierno de la Ciudad abrió #ChauTabu, un sitio para consultas sobre sexualidad. “Usando lubricantes la penetración es más fácil y placentera. Usá al agua, a base de aceite puede romper el forro”, dice el tip del 29 de enero. La promoción del uso del preservativo para prevenir enfermedades de transmisión sexual, el hiv y los embarazos no buscados sin resquemores de llamarlo forro y de combinarlo con el placer de los lubricantes proviene de este sitio de la Dirección de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Comenzó a funcionar el 1º de diciembre en el marco de la campaña por el Día Internacional de la Lucha Contra el Sida. La presentación oficial fue con bombos y platillos (por eso, tal vez, recibió más de 60 mil visitas en los primeros diez días, aunque después siguió funcionando pero más silenciosamente) con un recital de Agapornis en el Planetario y con la asistencia del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y la vicejefa, María Eugenia Vidal. Sin embargo, los sectores conservadores se cobraron la ventana desprejuiciada del PRO con críticas a la web por hablar de masturbación, pornografía y diversidad. El medio que funcionó de vehículo para la saña contra la educación sexual virtual fue La Nación que, el 21 de enero, tituló: “Chau Tabú: polémico sitio de orientación sexual de la Ciudad. Aconseja a adolescentes sobre temas sensibles; fuertes críticas”.

Contradictoriamente, el diario online tiene actualmente un giro desprejuiciado a temas de la farándula en donde se pueden ver notas sobre modelos hot que calientan el verano (como Karina Jelinek) o sobre el status que da ser una chica Playboy (como Micaela Breque) que se ubican siempre entre las primeras cinco noticias más leídas. También se ofrecen notas como “Cuatro preguntas sobre sexo y tips para incentivarlo”, “10 razones para tener más sexo en verano” o “Sexo, búscale la vuelta al 69”. El diario busca el sexo como gancho para atraer lectores pero sigue invocándose como una tribuna de tradición, familia y propiedad contra una iniciativa que busca orientar a quienes pueden hacer una pregunta para disfrutar y cuidar de su sexualidad. “El sitio web Chau Tabú provocó un fuerte rechazo de organizaciones ligadas con la religión y la defensa de los valores familiares” anuncia y pone como ejemplo de la polémica que en la web se asegura que la masturbación es una práctica sana y placentera o que se contesta a una pregunta sobre pornografía afirmando que es normal que a hombres y mujeres nos dé curiosidad, pero que sí está mal que alguien nos obligue a mirarla.

La Corporación de Abogados Católicos reprochó: “Las autoridades del Gobierno de la Ciudad promueven conductas contrarias a la moral y pretenden imponer formas de relacionarse los jóvenes, menores de edad incluidos, cuando comienza el desarrollo del aparato sexual. La página aconseja, sin más, el sexo contra natura, el sexo oral de varias formas y con personas de distinto sexo o del mismo, la masturbación, las películas pornográficas. Todo ello con fórmulas que, engañosamente, se esgrimen como saludables y para el cuidado de la salud”.

Por supuesto que ante estos reproches, Chau Tabú aparece en la vanguardia de la difusión de derechos sexuales y reproductivos. Y desde ya que su presencia es una herramienta útil. Sin embargo, hay otra arista desconocida. “Están migrando a una plataforma virtual lo que era un programa de atención directa. Aumentó mucho el presupuesto y, sin embargo, reducen el personal y cerraron una consejería en Los Piletones y no la reemplazaron”, denuncian trabajadores de la Dirección de la Juventud que piden no identificarse para preservar las fuentes laborales. La crítica, en este caso, no es por hablar de sexualidad, sino por sacar profesionales que puedan despejar dudas frente a frente y en sectores muy vulnerables, para convertir el asesoramiento en un call center virtual. Lo ideal sería que puedan convivir las dos estrategias para que la mayor cantidad de adolescentes y jóvenes pueda decirles chau a los tabúes.

chautabu.buenosaires.gob.ar