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A comienzos de abril, Sofía –una chicuela de 9 años, oriunda de Massachusetts, que cursa cuarto grado– se volvió sensación en Estados Unidos tras viralizarse un sentido intercambio epistolar que tuvo con su presi, don Barack Obama. En su carta, la purreta –cuyo apellido no ha circulado, a pedido de madre y padre– subrayaba al mandatario una deuda pendiente, enfundada en concreta pregunta: “¿Por qué no hay mujeres en los billetes de nuestro país?”. Y luego, de puño y letra: “Es importante. Por favor, escríbame”. Cuestión que, para evitarle el incordio a Barack de repasar biografías varias, Sofía incluso adjuntó una petit lista de potenciales candidatas de su agrado, todas con las medallas suficientes para ser consideradas en el cambio nacional real: la poeta Emily Dickinson; la escritora, activista y filántropa sordo-ciega Helen Keller; la ex esclava y sufragista Harriet Tubman; la delegada de la ONU y Primera Dama del Mundo Eleonor Roosevelt; y una de sus favoritas: Rosa Parks (1913-2005), que luchó contra la segregación racial con el cuerpo propio, siendo encarcelada en 1955 por negarse a cederle su asiento en el bondi a un hombre blanco, prendiendo la llama de la lucha colectiva al son de frases como “Quiero ser recordada como una persona que quería ser libre para que otras pudieran serlo”.

Lo cierto es que, aun cuando la famosa sufragista Susan B. Anthony estelarizó una moneda, al igual que la indígena Sacajawea que guió a Meriwether Lewis y William Clark en la expedición por el oeste de los Estados Unidos, sus ediciones fueron limitadas, y no alcanzaron el uso popular. Otros casos, apenas conmemorativos, fueron todavía menos extendidos. Y ninguno, ninguno, ninguno llegó jamás al papel, a los billetines. Pero volviendo a la chicuela... “aunque sea requetefanática de Ann Hutchinson, me gustaría ver a Rosa Parks en un billete. Lo que ella hizo fue sumamente importante. Si no fuera por ella, todavía estaríamos segregados”, opinó Sofía en una reciente interviú con un medio local, y agregó sobre su causa personal: “Puede que no consiga nada con esto, pero al menos necesito intentarlo. Simplemente se siente injusto; deberíamos tener las mismas oportunidades que los varones”.

Pues, la niña logró que, al menos, Obama la nombrara en un discurso en Kansas City, y más tarde le respondiera con palabras de elogio y un compromiso personal: “Las damas que enlistaste y dibujaste arman un grupo impresionante. Y debo decir que vos también sos impresionante. Voy a seguir trabajando para asegurarme de que crezcas en un país donde las mujeres tienen las mismas chances que los hombres”. Pues, Sofía quiere ser maestra o científica, curar enfermedades. Y quiere que otrxs niñxs de su edad intenten hacer la diferencia ¿Su consejo? “Escríbanle a alguien importante. Quién sabe, quizá podría aportar al cambio.”

Podría además valerles un cargo simbólico, como el que ella misma detenta. Finalmente, la chica es embajadora junior y cara visible de una causa hermanada, el movimiento W20 (Women on 20), que lleva semanas levantando olas, con el explícito apoyo de personajones como Susan Sarandon, el cantante de Pearl Jam (Eddie Vedder), el guaperas sensible Mark Ruffalo y Chelsea Clinton, entre muchxs otrxs. La campaña tiene un objetivo claro: que en 2020, “el año que marca el centenario de la enmienda 19 que garantizó el derecho de voto para las mujeres”, Estados Unidos estrene un billete de 20 dólares con la carita de una señora ilustre que reemplace definitivamente la de Andrew Jackson, séptimo presidente de la nación anglo y, como explica la BBC y el Huffington Post, “una figura controvertida, en tanto ordenó la expulsión forzosa de miles de indios americanos”, éxodo donde miles murieron de hambre, de enfermedades...

“Es el momento apropiado para conmemorar este hito y poner a las mujeres en un sitio que hasta hoy estaba reservado a los hombres que moldearon la historia de este país. Ese sitio está en nuestros billetes y este nuevo retrato puede ser un símbolo de grandes cambios que están por llegar”, anotó la mismísima Sarandon en una editorial para el sitio Daily Beast. “La igualdad de género es una lucha que las mujeres de Estados Unidos han peleado durante un largo, largo tiempo. Ha sido un camino extenso y sinuoso con decenas de damas brillantes haciendo su parte para impulsar la roca cuesta arriba. Damas como Billie Jean King, Sally Ride y Bell Hooks, heroínas personales”, escribió la actriz. Quien, por lo demás, destacó que países como Argentina, Turquía, México, Israel, Suecia y Filipina, entre otros, ya han reconocido a sus líderes femeninas en el dinero de curso legal. Quien además se alegró de que la causa contara con el apoyo de amigos como (el crack, genio del mundo) Alan Cumming y la presentadora de Top Chef, Padma Lakshmi. La suma, después de todo, hace la fuerza, como demuestra el cuarto de millón de personas que se han sumado a la petición, votando en su encuesta online quién debería estar en el mentado billetín de 20. Y aunque todos tienen a sus favoritas (Gloria Steinem quiere a Sojourner Truth; Roxane Gay a Margaret Sanger), la ronda final presenta a cuatro finalistas: Parks, Tubman, Roosevelt y Wilma Mankiller, primera jefa de la Nación Cherokee.

Y si a la Secretaría del Tesoro le faltaba un último empujón para considerar el tema, la senadora demócrata Jeanne Shaheen, de New Hampshire, lo ha dado. Porque, tras leer sobre y asentir con W20, la señora ha introducido una propuesta para que se discuta y –a prender velitas– apruebe el relookeo de los famosos dólares. “Nuestro cambio es una parte importante de nuestro cotidiano, y refleja nuestros valores, tradiciones e historia como norteamericanos. Es una deuda largamente pendiente incluir las contribuciones que las mujeres han hecho por nuestra nación”, fueron sus explicaciones del caso. Las feministas de W20 no solo asiente; dicen “¡Albricias!” y festejan tirando monedas en fuentes por un sueño que, Dior mediante, podría ponerse en acción.