Con aceites esenciales, sales, hojas de eucalipto o lavanda, incluso unas cucharaditas de bicarbonato de sodio; muchas son las variantes del bonachón baño de inmersión. Que, dicho sea de paso, no sólo limpia: también puede neutralizar ácidos en piel, aliviar el cansancio, reducir el estrés, energizar las ideas, luchar contra los síntomas del resfrío, entre tantas otras cuestiones. Empero, más allá del pack saludable, también está la porción lúdica; después de todo, ¿quién no jugó con flotas imaginarias, combatió contra plásticos tiburones o, ya sin parafernalia, intentó romper records aguantando la respiración bajo el agua? Entonces, lo evidente: además de beneficioso, el baño es (potencialmente) entretenido. O, al menos, lo era en la tierna niñez, momento que la artista anglo Samantha Fortenberry intenta recuperar en Suds and Smiles (en criollo, “Espuma y Sonrisas”), una de sus más recientes series fotográficas. Allí, a través de coloridas tomas cenitales, la estadounidense captura a gozosos adultos disfrutando su rato en la tina, rodeados de dulces, juguetes y, por qué no, alcohol.

“Les pedí a mis modelos que eligiesen artículos que tuvieran significado para ellos”, advierte Samantha sobre la selección que flota alrededor de sus modelos –hombres y mujeres– desnudxs: galletitas, sombreros, papel picado, la saga de Los Juegos del Hambre, vino, cerveza, manzanas, etcétera. En resumen: algunos objetos favoritos que salpican de personalidad (y, obvio, agua) cada toma. Por lo demás, el bonus track: algunxs de lxs fotografiadxs, lejos de reforzar los estereotipos imperantes de belleza, vienen con kilitos de más, pancita cervecera... En palabras de Fortenberry: “Me criaron para que viera belleza en todas las personas, algo que no se condice habitualmente en la fotografía editorial. Muchas personas tienen miedo de hacer olas, de cuestionar la norma social. En lo personal, quería hacer una colección que desafiara la mirada habitual en forma positiva, con desnudez masculina y mujeres voluptuosas. Quería mostrar a gente diferente, distintos tipos de modelos en toda su preciosidad”. Y pasándola de lujo, eso también hay que decirlo.