Viernes, 15 de abril de 2005 | Hoy
CONSEJITOS DE MARU BON BON
Estimadísimas/os! ¡Reinas y reyes de la alegría y la vida intensa! ¡Jocosas/as/os, alegres, soliviantadas/es/os, oscuros y oscuras, por qué no, almas en pena también, que ésas saben lo que es bueno, ya que nadie baja sin haber subido, amaaaaaaantes de toda laya, raya y color! Otra vez aquí con ustedes y esta vez para invitarlos a que... hagan nada. Sí, amiguete/ta/s, la holgazanería es un arte y no menos difícil que otros que hacen transpirar el doble. Pero sepan que quien bien descansa bien se la pasa y que quien es capaz de hacer trabajar al/la pero sobre todo al/al otro/(etc.) bien se merece el cielo; o al menos un fugaz resplandor del rostro divino que hay quien dice que habla con gemidos.
1. Reconstruya en el lecho de siempre aquel/la amante refulgente: Ventaja moderada aunque no por eso menos necesaria. Si está usted muy ocupada/o en otorgar sensaciones a su compañero/a, no podrá su fantasía recrear eso que tan bien le sale a solas. Concéntrese, relájese, déjese llevar... y que su cabecita, amiguete/ta, vaya por los caminos de dios, o por el que a usted le complazca.
2. Verifique las habilidades reales de quien tiene a su lado: Desafíe a su compañero/a, déle la oportunidad de demostrar lo que sabe, ¿quién le dijo que en lugar de un/a mal amante tenía usted frente a usted a un/a amante atosigado/a por las acciones de usted? La necesidad, esa maestra, bien puede revelar a un/a creativa/o que sabe tomar de su entorno lo que éste tiene para dar. Eso sí, cuidado con lo que deja a mano, que cuando el vigore mengua...
3. Cada tanto, meche un sonido: Y sí, al menos para indicar que quien se afana está en el camino correcto, cuando menos que se acerca a él. El gemido es estimulante, efectivo, acelera la respiración, da envidia a los/las vecinos/as y atrae a otros/as amantes ¿O usted piensa que a la gente le gusta andar preguntando si la pasó bien, mal o regular? ¡Hágalo saber de inmediato y estará dejando miguitas en el camino del amor cual Hansel y Grettel!
4. Ofrezca la parte a la que no está llegando: Y sí, mis adorables, algo tienen que hacer ustedes si esperan que el calor se instale en vuestras humanidades... Además, si usted logró que la otra persona haga todo el trabajo, ¿por qué perderse la oportunidad de que por fin ponga el dedo en la llaga correcta? No hacen falta carteles luminosos, pero bien puede usted señalar con el dedito, que a buen entendedor/a, pocas palabras.
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