PIRULO DE TAPA

KIRCHEN

A la hora en que debía reunirse con Kirchner, el canciller alemán Gerhard Schroeder estaba enfrascado en un duro debate legislativo sobre la venta de armas europeas a China. Cuando ya había superado largamente el horario pautado, salió apurado hacia la Cancillería y fue el ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, el encargado de ofrecer las explicaciones. “Tenía una impostergable cita con las ‘iglesias’ (kirchen en alemán)”, lo disculpó. Pero Angela Merkel, una parlamentaria opositora, corrigió: “Va a encontrarse con Néstor Kirchner, que es el presidente argentino, no con las ‘kirchen’”. Y todos, oficialismo y oposición, por unos minutos se unieron en las carcajadas.