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De ninguna manera es imprescindible concurrir a gimnasios ni practicar con sofisticados aparatajes para estar en plena forma física. Se trata de una pérdida de tiempo y de plata; podemos economizar si nos atenemos a la proposición de la revista femenina franquista (española, claro que sí) Medina, del 29/11/1942, que nos da una clase muy completa sobre cómo reemplazar raquetas, bicicletas, cursos de danza por escobas, escobillones, cepillos, trapos, baldes, plumeros...: “Todos estos elementos bien movidos, con un delantal coquetón, harán verdaderos milagros y pronto veréis el feliz resultado en ese traje que os iba estrecho”. Consideremos algunas de las opciones que nos indica la mencionada revista:

1 Después de bañarse, nada mejor que limpiar la bañera a fondo. Para que los efectos sean completos, no doblar las rodillas.

2 Barrer patios y balcones con todo ímpetu es excelente para los brazos, otorga buen color al rostro y optimismo al espíritu.

3 Para tener un busto bonito, lo más apropiado es limpiar cristales de puertas y ventanas, frotando siempre en círculo.

4 Para conseguir unas piernas fuertes y bien torneadas, lustrar los pisos de madera con los pies calzados con chinelas especiales hechas de tejido de lana.

5 También darles brillo a todos los metales de la casa es estupendo para ejercitar articulaciones.

6 Sabed que si el ciclismo hace buenas piernas, no se queda atrás la máquina de coser a pedal.

7 Planchar también procura buenos resultados para la musculatura de los brazos.

8 Limpiar plumero en mano zonas altas, marcos de puertas y ventanas, y las telarañas de los rincones, da elasticidad al cuerpo, favorece un talle esbelto y además procura unos tobillos finísimos si os empináis de vez en cuando.

9 Muy vigorizador es sacudir alfombritas y esterillas en la ventana, en horarios prudentes.

10 Sacad partido de sillas, sillones y mesitas para realizar ejercicios como si fuerais bailarinas clásicas en la barra.

Como habréis podido advertir, realizar con entusiasmo las labores que nos competen no sólo nos economizará el dinero del gimnasio y del personal doméstico sino que, además, nos ha de evitar las tentaciones que pueden surgir en esos sitios donde abunda la frivolidad.