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Puede usted revisar reportajes en cualquier medio gráfico o electrónico, prenderse a los canales especializados o consultar a las interesadas en vivo y en directo, que la respuesta siempre será la misma: el único secreto para estar espléndida y escultural como recién salida del quirófano es tomar dos litros de agua por día. No hay modelo que contradiga esta premisa ni cosmetóloga que se guarde de ofrecer tal consejo, dos litros de agua por día, sin piedad por la necesidad constante de tener un baño cerca (y ya sabemos que los públicos no existen, así que si es usted vendedora a domicilio, promotora, encuestadora, gestora o padece cualquier otra ocupación que la mantenga en la calle y caminando el día entero, absténgase), sin una sola mención a la cantidad de cloro que se ingiere si el agua elegida es de la canilla; o del sodio, que también tiene sus bemoles. Si usted, señora o señorita, toma dos litros de agua por día, su piel se verá radiante, libre de impurezas y ajena a todo tipo de pozos y/o cráteres antiestéticos y pasados de moda. ¿Que se siente como un sapo, incapaz de eliminar todo lo que ingiere? Usted tiene problemas, ¿por qué se niega a la belleza si su secreto es tan fácil de develar y por qué no apropiar? Sólo las necias podrían despreciar tal derrame de saber (de otro tipo de derrames no nos hacemos responsables).