Sin tetas no hay paraíso
Gustavo Bolívar Moreno
Editorial: Grijalbo

¡Que viva la música!
Andrés Caicedo
Editorial Norma

Entre las novedades editoriales de este mes sobresalen dos ficciones colombianas, una por su título bizarro, punto de partida del exitoso culebrón homónimo, y la otra por su raro carácter de rescate (Caicedo, que nació en 1951 en Cali y se suicidó a los 25 años, es una figura mitológica de las letras colombianas, especie de beat latino, resistencia con fondo de rumba en todos los órdenes, en tiempos de mágico realismo). En ambas novelas, escritas por hombres, la protagonista es una chica colombiana que debe y, sobre todo, quiere lidiar con ciertas cotidianidades tan autóctonas como universales, como el sexo y la droga; pero en esos puntos se acaban las coincidencias que justifican hablar de ambas a la vez.

Con espíritu bien pensante y con todos los datos que el asunto de la trata pone al servicio de periodistas e investigadores, la ficción que plantea Sin tetas no hay paraíso, intenta con todos los medios que tiene a su alcance poner en evidencia el día a día de un flagelo y de una clase flagelada. Manual ilustrado, descripción esperable, escenas elegidas del cliché construyen un relato que tras la primera persona excesivamente ingenua e indefensa denuncia la complicidad de los lectores ilustrados, zamarrea las conciencias sin abandonar el efectista afán que suele guiar a este tipo de proyectos.

La novela de Caicedo aporta un aire setentista, su niña rubia, tal vez un alter ego, aportará también gran dosis de sexo, droga y desolación pero aun así la novela no trata de eso. La primera persona, donde reside el legado de este escritor trans en el más amplio sentido del prefijo, de niña “rica” que sale a hacer su propio road movie en los locos años ’70 colombianos constituye un cocktail de su tiempo que entre sus grandes hallazgos es que da cabida al sentido del humor. Material de una lectura arqueológica, no sólo para aquellos interesados en la mentalidad femenina en situación opresiva, sino para buscadores de un sello tan personal como de época.