De la serie amor, “lo que se ve”, Adriana Lestido.

Celebrar conjuntamente el Mes de la Mujer y el de la Francofonía en la Alianza Francesa incluye un próximo recital de Susana Moncayo (con temas de Fauré, Duparc, Debussy, Brel, Barbara), muestras fotográficas de la francesa Marie-Paule Nègre (foto, de la serie Juventud dorada) y de la canadiense Isabelle Hayeur, amén de una conferencia sobre El lugar de la mujer en la fotografía documental y de prensa, que dará Julio Menajovsky, prestigioso fotoperiodista y docente universitario, con incontables trabajos publicados en medios nacionales e internacionales, quien comenta sobre la exposición de Nègre: “Ella trabajó en el marco del ensayo documental con una mirada muy aguda, muy crítica de sectores sociales privilegiados que pese a tenerlo todo en lo material, están rodeados de un halo de soledad, incluso de sordidez. Marie-Paule ya había trabajado previamente con el otro extremo, los sectores marginados y luego observó a esta gente rica más allá de la máscara, haciendo ostentación, repitiendo rituales obsoletos. El acierto es el recorte narrativo, radical que ella hace. Nunca confunde su objetivo, tampoco deja de lado la poesía”.

“Mi intención es referirme a algunas de las mujeres fotógrafas que han dejado una marca significativa, que han producido una obra referencial”, anticipa Menajovsky. “Debo decir que una apreciación general, después de mirar atentamente el mapa, lleva a la conclusión de que, si bien los nombres de los fotógrafos hombres son mayoría, cuando se empieza a cerrar el círculo en torno de las figuras más descollantes de la fotografía, justamente esas que resultan insoslayables, la paridad entre varones y mujeres es evidente. Para fundamentar este balance, me remitiré a una serie de mujeres que tanto en el plano local como en el exterior se han ganado en buena ley ese lugar dentro de las artes visuales. Sin duda, se trata de una selección personal, porque si la charla fuese más abarcadora se volvería interminable”. Tampoco es que Menajovsky se haya propuesto a priori estudiar la fotografía hecha por mujeres: más bien, las imágenes fueron hacia él a medida que investigaba más a fondo en este arte y advertía que las fotografías que más le interesaban, lo nutrían, le provocaban mayor identificación y que prefería para citar en sus clases, eran con suma frecuencia de mujeres cuyo enfoque del mundo y de los universos femeninos siempre le pareció muy enriquecedor.

“Entre las fotógrafas que voy a mencionar en la charla figura, por ejemplo, Margaret Bourke White, una reportera que hizo una fotografía muy conceptual para su época: suya fue la primera tapa de Life, resultó la primera fotógrafa invitada a la URSS para documentar la vida cotidiana, estuvo junto a las tropas aliadas cuando entraron en los campos de concentración. Es decir, una lista de fotos ineludibles del siglo XX, no se puede hablar de fotoperiodismo sin chocarse con la impactante obra de Bourke White. Creo que su punto de vista de mujer hace la diferencia en la producción de su tiempo.” Julio Menajovsky reconoce que en fotógrafas como Tina Modotti, Kati Horna o Gerda Taro, que estuvieron en la línea de fuego de la Guerra Civil española, se trasluce una mirad compasiva, “algo que también se nota más adelante en Alexandra Boulat, presente en Kosovo, en Palestina, dirigiendo su cámara al contorno de la guerra, a los efectos en las personas más que a las acciones violentas. Diría que es una constante en estos escenarios, las fotógrafas que ponen más atención en las consecuencias con una sensibilidad humanista”.

En algunas oportunidades, dice JM, la suerte de una foto se juega en la interrelación del fotógrafo con su fotografiado en el momento de la toma: “En una mujer fotografiada por otra mujer quizás se genere una entrega más abierta. Creo que esta complicidad entre ellas es un terreno de privilegio que a mí como hombre me da un poco de envidia. Por otro lado, tenemos el caso de Jane Evelyn Atwood, quien primero sacó fotos en una cárcel de mujeres de Unión Soviética, empezó a averiguar y descubrió que la mayoría de las presas habían sufrido alguna violencia de género. A partir de esa experiencia, durante ocho años recorrió distintos penales femeninos encontrando muchas similitudes. Diane Arbus es otro ejemplo muy especial de esa actitud que distingue a muchas fotógrafas: ella pone a prueba nuestros prejuicios, nos hace ver aquello que preferiríamos no mirar, que nos perturba. Hace cotidiano lo extraño, pone de relieve lo que estaba oculto”.

En la segunda parte de su conferencia, Menajovsky se centrará particularmente en cuatro nombres —Annemarie Heinrich, Grete Stern, Sara Facio y Alicia D’Amico— antes de desembocar en la incorporación de las mujeres al periodismo gráfico, con talentos como los de Isabel Hardoy, María Marta Cremona y Adriana Lestido. De esta artista —cuya muestra en Recoleta recomienda con fervor— va a proyectar fragmento del video Amores difíciles.

Marie-Paule Nègre, Isabelle Hayeur, muestras,
de lunes a viernes de 9 a 21, sábados de 9 a 13.
Susana Moncayo, recital, el próximo miércoles
26 a las 20
“Fotógrafas: el lugar de la mujer en la fotografía
documental y de prensa”, el jueves 27 de marzo
a las 19.30.
Todas las actividades en la Alianza Francesa,
Córdoba 946, con entrada libre y gratuita,
4322-0068, www.alianzafrancesa.org.ar