Julio Roca podría ser desterrado del centro porteño en los homenajes del Bicentenario para revalorizar a las olvidadas y valiosas mujeres de los diaguitas, mapuches, wichis, tobas y de otras etnias que componen, viven y pelean por sus derechos en la Argentina. La iniciativa del artista plástico Andrés Zemeri es generar un monumento a la Mujer Originaria, a través de una escultura de diez metros de alto, que reemplace a la del cuestionado conquistador del desierto.

Pero la clave es que no se trata de una iniciativa individual, sino que se están recolectando llaves sin uso para poder conseguir el material necesario para construir la obra. Uno de los puntos en donde se pueden dejar llaves viejas y colaborar con bronce en el proyecto (y abrir la llave de una nueva historia) es en el Bar Jamming, que está ubicado en Loyola 788 (Villa Crespo). Más información: www.mujeroriginaria.com.ar/ www.jamming.com.ar (en el link “Monumento a los pueblos originarios, reivindicación histórica).