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¡Qué común es ser diferente!

A partir de esta actividad se puede reflexionar junto con los chicos y las chicas acerca de los prejuicios y los miedos que surgen frente a lo desconocido, particularmente frente a quienes pueden aparecer como diferentes a uno/a, para fomentar la comprensión y evitar que puedan realizar acciones que puedan humillar a los demás.

¿Cómo nos tratamos en la escuela?

La idea es que las niñas y los niños puedan reconocer –a través del análisis de distintas escenas escolares– desacuerdos y situaciones conflictivas que denotan descuidos o malos tratos hacia sí mismos o hacia los demás, que estén vinculados con la sexualidad integral, basado en el análisis de derechos y responsabilidades de cada niño o niña y en la proposición de formas de resolución y de normas de convivencia, que permitirá fomentar mayores grados de autonomía y desarrollar actitudes orientadas al respeto y al ejercicio de los derechos humanos.

Los cuidados que necesitamos

El objetivo es que las chicas y los chicos puedan reconocer y utilizar herramientas de protección frente a posibles situaciones de maltrato y abuso procedentes de adultos y/o adolescentes, en el contexto familiar o en otros contextos. La propuesta es que el aula sea un espacio para reflexionar sobre las condiciones que implican respeto a los derechos propios y también sobre aquellas que facilitan la identificación de “signos de alarma” para la puesta en práctica de factores protectores personales.

Fuente: Educación Sexual Integral para la Educación Primaria, contenidos y propuestas del aula, del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, dependiente del Ministerio de Educación de la Nación.