FúTBOL › BUENA VICTORIA DEL EQUIPO DE GOROSITO
San Lorenzo bajó a River y va por Boca
Con dos golazos, uno del interminable Beto Acosta y otro del pibe Montillo, San Lorenzo se quedó merecidamente con el clásico del domingo y sumó la quinta victoria al hilo. River, que descontó faltando 5 minutos con un gol de Capria en contra, pudo empatar en la última jugada del partido, pero anda demasiado torcido.
En el primer tiempo, Ramírez le había atajado un penal a Cavenaghi.
Por juan jose panno
San Lorenzo tiene:
a) Un delantero con voluntad de principiante, sabiduría de veterano y un gran talento natural: Alberto Acosta, la figura de la cancha. Ayer hizo un golazo picando la pelota por sobre la cabeza de Costanzo y participó en dos instancias distintas en la jugada del segundo gol.
b) Un arquero, Ramírez, de muchos reflejos, que tapó magníficamente el remate de Cavenaghi en el penal y que respondió en otras tres o cuatro jugadas de riesgo.
c) Una dupla de centrales muy sólida que sostiene la estantería, pese a que las estadísticas registren que el gol de River lo hizo Capria en contra.
d) Un volante central que está donde tiene que estar siempre y que ayer en la última jugada del partido salvó el empate apurando al nueve de River, que terminó desviando el disparo desde muy cerca.
e) Un interesante grupo de pibes, con Walter Montillo (19 años, juega en enganche, hizo un hermoso gol pisándole la pelota al arquero de River) a la cabeza.
e) Un técnico que tiene ideas claras y consiguió buena onda con los jugadores y la gente porque los resultados se vienen dando (la de ayer fue la quinta victoria consecutiva en el campeonato).
f) Una hinchada fiel que ayer llenó una tribuna cabecera y que en más de un momento tapó con sus gritos a los simpatizantes locales que los doblaban en número, pero no en fervor.
g) Un poco de la buena suerte que no lo acompañó en la primera parte del torneo.
No es gran cosa, no deslumbra a nadie pero, con lo que tiene, a San Lorenzo le alcanzó para ganar el clásico.
River, en cambio, tiene: muchos nervios, excesivas urgencias, un poco de mala fortuna, jugadores que desaparecen cuando más se los necesita, hinchas (los de la platea) que presionan y conspiran contra las posibilidades del equipo, un técnico abrumado. Así, todo se le hace cuesta arriba. No juega bien, es irregular, se desordena, da demasiadas ventajas en el fondo y, aunque ayer no estuvo tan lejos de empatar el partido, no conforma a nadie.
San Lorenzo, que está a 4 puntos de Boca, tiene mucha motivación.
River, que quedó a 12 puntos de Boca, juega por nada. Y cada vez se le nota más.