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Vélez, que no es un gran equipo ni nada parecido, hizo lo suyo y ganó merecidamente un partido que lo tuvo como protagonista en casi todo su desarrollo. Cumplió.
Boca no cumplió con las expectativas de los 3 mil hinchas que fueron a Liniers y tampoco cumplió con las premisas de juego mínimas de un equipo que se supone grande y quiere pelear un campeonato. Lo único que cumplió Boca –además de años– fue una malísima actuación.
La distancia entre los dos equipos alcanzó su medida justa recién en el último instante, cuando Castromán metió el segundo gol y puso el broche.
La relación de situaciones de gol fue más o menos ésa: por cada tres o cuatro de los de Liniers, una de sus rivales. Las atajadas, tapadas y revolcones del Pato Abbondanzieri impidieron que la diferencia se ensanchara un poco más. Arquero al margen, en el repaso de las actuaciones individuales de Boca no hay mucho margen para el elogio. Por el contrario, hubo varios jugadores que anduvieron muy mal. El más flojo de todos fue Matellán. Se mostró inseguro, no anticipó, fue superado varias veces en el mano a mano, casi mete un gol en contra de palomita y se perdió un gol solo debajo del arco contrario en una de las pocas veces que pasó al ataque. Menos no se puede pedir. Venía jugando mal Matellán y su actuación no sorprendió. Lo que sí llamó la atención fue el flojo desempeño de Rodrigo Palacio. Es cierto que pocas veces la pelota le llegó limpia, pero también es verdad que se dejó absorber por la marca pegajosa del rival y nunca consiguió espacios para maniobrar. Tampoco los logró Delgado mientras jugó como delantero en las tres cuartas partes del partido. Sin potencia arriba, descompensado atrás (a último momento, Schiavi con una contractura fue reemplazado por Morel), le quedaba la posibilidad de sostener el partido en el medio, pero también falló en esa zona. La inteligencia y la gambeta de Guglielminpietro resultaron escasa resistencia en el duelo en el que mandaban Jonás Gutiérrez, Cubero, Bravo y compañía.
El cuadro de Miguel Angel Russo, que basa lo suyo en una entrega incondicional, en una remarcable solidaridad para ocupar todos los espacios, en el toque que pueden aportar los del medio y la potencia de Zárate, fue superior a Boca siempre y más aún después del gol de Cubero (corner de Gracián, cabezazo de Castromán, manotazo de Abbondanzieri, cabezazo de Cubero debajo del arco), cuando tuvo toda la cancha para el contraataque ante un rival que chocaba siempre. A veces con sus propias limitaciones; a veces con los defensores rivales, pero se estrellaba invariablemente.
Los hinchas locales ya empezaban a cantar con sarcasmo el Feliz cumpleaños cuando llegó el moñito para envolver el regalo: saque de Sessa largo, con Abbondanzieri adelantado, toque de Arias para Castromán, cabeza, pecho y sablazo contra un palo. Vélez lo celebró cantando, feliz, feliz en su día...

Vélez 2
Sessa; Ladino; Pellegrino; Fuentes; Broggi; J. Gutiérrez; Cubero; Bravo; Gracián; J. Martínez; Zárate.
DT: Russo.

Boca 0
Abbondanzieri; Alvarez; Traverso; M. Rodríguez; Matellán; Ormazábal; Cascini; Cagna; Gugliel’tro; Palacio; Delgado.
DT: Benítez.

Cancha: Vélez.

Arbitro: Horacio Baldassi.

Goles: 59m Cubero (V); 90m Castromán (V).

Cambios: 58m Castromán (7) por Martínez (V); 65m Espíndola por Guglielminpietro (B); 23m Arias por Zárate (V); 75m Cardozo por Cagna (B); 80m Ledesma por Ormazábal (B); 90m Bustos por Gracián (V).