Después de once partidos sin triunfos, Vélez aprovechó una ráfaga de buen fútbol en el primer tiempo y derrotó 1-0 a Argentinos, en La Paternal. El equipo conducido por Miguel Angel Russo sacó ventaja con un gol de Mauro Zárate y, apoyado en un notable rendimiento del arquero Gastón Sessa, resistió el desordenado planteo ofensivo de un limitado rival para conseguir la primera victoria del campeonato.

El comienzo del partido mostró a Argentinos con el control de la pelota pero sin lastimar, y a Vélez chocando contra una sólida defensa. En los primeros minutos, Barzola pudo haber puesto en ventaja al local, pero Sessa sacó su potente remate. De a poco, el equipo de Liniers tomó la iniciativa y empezó a inquietar a Pontiroli. Zárate se convirtió en el jugador más desequilibrante y tuvo dos situaciones claras para abrir el marcador que fueron despejadas por el arquero.

A esa altura, Vélez era el amplio dominador del encuentro. Los delanteros Quinteros y Niell estaban muy aislados y los defensores tenían serios problemas para contrarrestar los desbordes de Batalla y Zárate. Y así llegó el primer gol de Vélez en el torneo: Cubero, protagonista de la semana en los medios por razones extrafutbolísticas (ver aparte), envió un centro desde la derecha, que Zárate conectó de cabeza. Con la desventaja, Argentinos se adelantó en el campo de juego y estuvo muy cerca de alcanzar la igualdad. Primero tras un tiro libre de Choy, que Quinteros cabeceó y exigió una buena reacción de Sessa. Y dos minutos después, Barzola sacó un violento remate que el arquero despejó al corner.

El arranque del segundo tiempo ofreció otro panorama. El local dejó las especulaciones de lado y salió a arrinconar al conjunto visitante. Ayudado por los errores defensivos, el equipo dirigido por Adrián Domenech se adueñó de la pelota. Quinteros quedó mano a mano ante Sessa, quien una vez más respondió de manera eficiente. El partido se hizo de ida y vuelta porque el local, obligado a atacar, cedía espacios para la contra. Batalla se escapó por la derecha y sacó un potente remate que se estrelló en el palo izquierdo. A los 17 minutos, Quinteros volvió a ganar por arriba en el área y le dejó servido el gol a Niell, quien se perdió el tanto de manera increíble debajo del arco tras cabecear por encima del travesaño. Desordenado, Argentinos apostó a los centros, pero los continuos cabezazos de Quinteros terminaron en las manos de Sessa. Vélez festeja: después de 11 partidos volvió a sonreír.