River aprueba, siempre aprueba. Es como ese alumno que rinde su lección correctamente, y sabe que eso le alcanza para aprobar el examen. Como el equipo consigue la nota mínima, muy pocas veces se esmera para lograr un puntaje más elevado. De esa manera transita por este torneo, y sabe que así el liderazgo no corre riesgo. El plantel estudia durante la semana cuáles son los problemas que debe superar, y luego lo hace sabiendo que cuenta con los elementos necesarios. A diferencia de lo que le sucedió en los partidos ante Arsenal y Lanús, ayer no tuvo que terminar reclamando la hora, y la incapacidad de Tigre para provocar acciones en ataque le dieron más tranquilidad para esperar el desenlace.

Por historia y tradición, seguramente sus hinchas todavía están esperando que el plantel les entregue ese plus que tanto exigen, pero como la necesidad de obtener un título es muy grande ya nadie reclama lucimiento, y el conformismo es general. Entonces, este alumno disciplinado, cumplidor, efectivo, que pocas veces pierde la concentración, no está preocupado por ser brillante, porque su objetivo es recibirse a mitad de año, tanto en el ámbito local como en el internacional. Y en pocas semanas sabrá si está en condiciones de poder afrontar las dos carreras.

En asistencia se encuentra bien, en perseverancia no tiene inconvenientes, y como no se desespera cuando la prueba está complicada, River sale adelante en el momento que aparecen sus mejores hombres. El primer tiempo que jugó ayer no fue el ideal, e incluso Tigre fue el que dio mayor seguridad. La última línea exhibió complicaciones varias veces, y demostró que aún tiene asignaturas pendientes. Para colmo, los de Victoria dominaban la zona media, y ahí también había cosas para corregir.

Como el trabajo no era bueno, las llegadas de riesgo se limitaron a un tiro de Abreu con poca dirección, recién a los 40 minutos. Un rato antes, el árbitro Pompei no vio una mano de Cabral en el área, y se la terminó cobrando a Castaño, que había saltado a cabecear junto al ex Racing.

El alumno pareció refrescar los conceptos en el vestuario, y se plantó más decidido en el segundo tiempo. Y todo lo resolvió a los cinco minutos, aprovechando una jugada detenida: Abelairas ejecutó el tiro libre, y Falcao ganó en el salto para cabecear la pelota y ubicarla al lado del palo izquierdo de Islas. Unos instantes antes, el aviso llegó por otro tiro libre de Abelairas que dio en el travesaño. La expulsión de Ahumada no le provocó dudas, y todo volvió a equipararse cinco minutos después, cuando Morero también se fue antes del campo de juego.

La falta de creatividad de Tigre hizo que sólo Ereros estuviera cerca de marcar la igualdad, pero no llegó a conectar un envío desde la izquierda. En ese momento, la nota justa de River ya estaba asegurada, y ahora llega con mejor perspectiva para el final.

Estadio: River.

Arbitro: Juan Pompei.

Gol: 50m Falcao (R).

Cambios: 57m Ponzio (5) por Abreu (R), 70m Suárez por Giménez (T), 75m Domingo por Buonanotte (R), 78m Altobelli por Martínez (T), 79m Ferrari por A. Fernández (R).

Incidencias: 54m expulsado Ahumada (R), 59m expulsado Morero (T). Recaudación: 78.995 pesos.