- Funes Mori impuso su oportunismo en el partido. Marcó la apertura cuando River no prevalecía en el juego y puso el 2-1 un minuto después de la igualdad de Silvera, aun pegándole mal al arco.

- El gol de Ferrari, el tercer mazazo en poco más de un cuarto de hora que recibió Independiente, acabó con la voluntad del visitante en el primer tiempo. La sacó barata: pudo haberse ido al descanso tres o cuatro goles abajo.

- Tuvo más pelota en el segundo tiempo, pero poca idea de qué hacer con ella. Garnero no estuvo feliz con los cambios. Al final casi lo empata, pero habría sido demasiado premio.