La derrota de Olimpo era un guiño para River, que podía quedar como único puntero. Pero el equipo de Juan José López apenas empató sin goles ante Argentinos, que sumó su cuarto empate consecutivo. A pesar de haberse mostrado fuera de foco en defensa, el conjunto de Núñez continúa sin recibir goles en lo que va del campeonato, gracias al buen momento que atraviesa su arquero, Chichizola.

River manejó la tenencia de la pelota en el arranque y explotó el carril izquierdo, buscando sin éxito que la clave fuera Lamela, quien estuvo raramente impreciso e irresoluto. Sin embargo, más allá de la efímera superioridad del equipo de López, Argentinos se sintió cómodo parándose para ejecutar la réplica. Con los precisos lanzamientos de Hernández, el empuje de Oberman y las filtraciones vertiginosas de Niell, el conjunto de La Paternal tuvo su cuarto de hora, pero la escasa contundencia de Salcedo, que se encontró siempre con el arquero rival bien parado, le impidió aprovechar el momento.

Como Ferrari y Torrén se fueron expulsados por agresión mutua en una jugada confusa, el local dejó una laguna en el lateral derecho. En ese contexto, el elenco de Troglio tuvo dos aproximaciones nítidas en los pies de Salcedo: un remate apenas desviado y otro violento que fue tapado por el golero riverplatense. Anteriormente, Gentiletti había sacado un cabezazo tras un centro frontal, que exigió una gran atajada de Chichizola.

Del otro lado, el local también tuvo sus chances, pero unas contadas fueron producto del funcionamiento colectivo. Cuando el partido recién había arrancado, Almeyda avisó con una jugada de metegol, cuando le rebotó la pelota parado en posición de número 9.

Díaz también estuvo cerca de convertir, con un latigazo desde el vértice izquierdo que se fue afuera. Pero Argentinos formó un cordón defensivo impenetrable en el segundo tiempo, por lo que River debió rematar sin éxito a media distancia. En una fecha cargada de goles, River y Argentinos quedaron debiendo festejos.

Informe: Andrés Pappagallo.