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Apenas han pasado dos partidos en este torneo y River ya parece vivir en un verdadero tembladeral. Sin respuestas anímicas ni futbolísticas, el equipo sigue buscando el rumbo en este 2003. A la derrota sufrida en Colombia, el último miércoles, el conjunto conducido por Manuel Pellegrini volvió a vivir ayer un nuevo traspié. Y ese gol de Nanni, en tiempo de descuento, sirvió para enrarecer aún más el clima que se respira por las inmediaciones del estadio Monumental. Precisamente, ahora todas la miradas apuntan al entrenador chileno, quien con un par de decisiones terminantes hizo que la temperatura en el club comenzara a subir.
De todas maneras, no están bajo discusión las resoluciones del técnico en relación con la elección –Comizzo estuvo ayer en Reconquista, Santa Fe, y D’Alessandro vio el primer tiempo sentado en el banco de suplentes-, sino respecto del planteo que intenta implementar. A pesar de que en San Lorenzo le dio conocidos resultados, hasta el momento en River el esquema no pudo ser interpretado por los protagonistas.
Los mayores problemas de River se centran en el mediocampo, y eso provoca que la defensa quede demasiado expuesta, y los hombres de ataque no encuentren su mayor comodidad. En la tarde de ayer, los encargados de interferir el juego rival fueron Claudio Husain y Ahumada; y más adelante se colocó la dupla Coudet-Luis González. Lo curioso fue que Vélez manejó la pelota a su antojo durante todo el primer tiempo, y al no tener un conductor definido, Fernández y Cavenaghi quedaron muy aislados.
En esa primera parte, Buljubasich salvó ante una entrada de Nanni, y luego Valdemarín estrelló un cabezazo en la base del palo. El nerviosismo dentro y fuera de la cancha, hizo que River se acercara a Leyenda recién a los 42 minutos, cuando el arquero le tapó un derechazo a Coudet.
Después de tanto desconcierto, Pellegrini dejó afuera a González en el segundo tiempo para que ingrese D’Alessandro, en una clara muestra de que aún no tiene definido algunos lugares. En apenas 40 segundos, D’Alessandro casi convierte con una volea que alcanzó a sacar Leyenda. Luego Nanni la tiró afuera de frente al arco, y después Buljubasich respondió bien ante un cabezazo del delantero. Si bien River pudo ponerse en ventaja con un cabezazo –otra vez Leyenda estuvo brillante– de Fuertes, en ningún momento logró superar a su rival en el juego colectivo.
Para colmo, el equipo local sufriría luego ese minuto fatal que significaría quedarse sin nada. Nanni convirtió luego de que Fuentes estrelló la pelota en el travesaño, y el descontento del público de River fue total. Mientras Vélez disfruta de la punta del campeonato, River trata de acertar las puertas que lo puedan rescatar de su propio laberinto.