Parecía que se lo llevaba River, después del espantoso primer tiempo de Nicolás Navarro, el arquero de Gimnasia; parecía que podía ganarlo Gimnasia después de los regalos que le hizo en el complemento la defensa visitante. Se lo quedó el equipo de Núñez con un gol agónico de Mora y de esa manera se acomodó en la tabla a tres puntos de San Lorenzo.

Navarro soñará durante mucho tiempo con esos seis minutos, los que transcurrieron entre los 32m y los 38m, en los que sirvió sin desmayo y en bandeja delicadas situaciones de gol que su ocasional convidado no vaciló en engullir. Se vieron perfectamente por TV: primero, un desborde de Mora que Navarro no retuvo y que la aparición vertiginosa de Cavenaghi transformó en la apertura del marcador; luego, la habilitación de Pisculichi, otro centro y dos (2) sucesivos rebotes al centro del área chica suscriptos por el infortunado arquero hasta que Solari la mandó a guardar con un remate alto.

Los hinchas de River comenzaron a sospechar que algo mal andaba cuando Gimnasia provocó cuatro corners seguidos y, del último, Coronel descontó de cabeza. Los hinchas se preguntan por qué, en general, Chiarini no ayuda en esas circunstancias y terminaron reprochándole la barrera mal armada por la que se coló el bombazo de Ignacio Fernández para señalar el empate.

Con el Pity Martínez y Boyé, River mostró más ganas de ganar que ideas eficaces para lograrlo. De otro corner (gran atajada de Navarro esta vez) vino el centro, el rebote y la aparición oportuna de Mora para marcar el gol del triunfo.

Estadio: Gimnasia.

Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 32m, Cavenaghi (R); 37m, Solari (R); 53m, Coronel (G); 71m, I. Fernández (G); 87m, Mora (R).

Cambios: 60m, Kranevitter por Pisculichi (R); 64m, Nicolaievsky por Oreja (G); 66m, G. Martínez por Cavenaghi (R); 77m, Velázquez por A. Fernández (G); 78m, E. Ramírez por Medina (G); 81m, Boyé por Driussi (R).