Eduardo “Lalo” Ramos, quien ayer cerró su dilatada campaña en el automovilismo argentino participando de la última fecha del año de la Top Race V6, reveló que recibió una propuesta para incursionar en política y que la está evaluando. Ramos, nacido en Mechongué en 1966, logró su pico de rendimiento en 1994, cuando después de sufrir un pavoroso accidente en la segunda carrera de aquel año de Turismo Carretera, cerró la temporada coronándose campeón en una competencia épica bajo la lluvia. Le puso fin así a una campaña de 320 competencias en TC, desde su debut en 1987.

“Francisco De Narváez me llamó para tener una reunión, lo escuché y me pareció un tipo sumamente serio –explicó el ahora ex piloto–. No sé cuánto compromiso quiero tomar, pero la propuesta me encantó porque está relacionada con el campo”, reconoció Ramos, que en caso de aceptar representaría a un sector rural de la provincia de Buenos Aires.

Productor agropecuario además de piloto de automóviles, Ramos fue uno de los más encendidos defensores de la posición del campo durante el conflicto con el Gobierno por la Resolución 125, a comienzos de año. De hecho, en la carrera de TC de Paraná, que terminó ganando por la desclasificación de Omar Martínez, recibió la visita de Alfredo De Angeli, que se declaró hincha suyo.

“Gracias al automovilismo, uno tiene llegada a muchas personas que hoy sienten la necesidad de expresarse, de hacer cosas, y quizás uno las puede hacer”, afirmó ayer en Mar de Ajó, donde disputó su última carrera.

“Pero siempre fui un crítico de los políticos y le tengo miedo a ese desafío”, admitió sin sonrojarse y aseguró que antes de fin de año volverá a tener una reunión con De Narváez para darle su respuesta. Otro campeón de TC como Ramos, Juan Manuel Bordeu (coronado en 1966), fue funcionario de la dictadura como secretario de Deportes de la gobernación bonaerense en tiempos de Jorge Aguado. El caso más emblemático es el de Carlos Reutemann, subcampeón mundial de Fórmula 1 y luego gobernador de Santa Fe, actual senador nacional por esa provincia.

Visiblemente emocionado, casi hasta las lágrimas, el ex campeón de Turismo Carretera se refirió también a su despedida del automovilismo: “Este retiro fue pensado largamente. No sé si es la mejor forma, pero es la que siento en este momento”.

Ramos corrió 329 carreras en TC, categoría en la que debutó el 28 de junio de 1987, hace más de 21 años, después de algunas temporadas en categorías zonales. Logró 15 victorias, de las cuales una de las más recordadas fue la que conquistó en febrero de 1997, en Santa Teresita, la última ocasión en la que el TC compitió en la ruta. Además obtuvo 31 series, 6 pole positions, cuatro records de vuelta y subió al podio en 42 ocasiones. Comenzó su campaña con Dodge y en 1991 se pasó a Ford, marca con la cual ganó el campeonato de 1994: en Buenos Aires, en la última carrera, doblegó en la lucha por el título al campeón Walter Hernández y a los aspirantes Johnny De Benedictis y Fabián Acuña, y tras cruzar la meta chocó su auto contra un guardarrail. Acuña se retiró del TC a comienzos de año después de otra larga campaña; Hernández volvió a correr precisamente ayer, en la competencia de Top Race V6 en Mar de Ajó, que ganó Mariano Altuna (Mercedes-Benz), a 142,572 km/h, delante de Omar Martínez (Mondeo) y Diego Aventín (Mondeo). El campeón 1993 de TC fue 22º, cinco puestos por detrás de Ramos, que terminó 17º.

“Hay que aprender a disfrutar de ciertas cosas. Hasta ahora he pensado mucho en mí y es momento que mi familia tenga lo que se merece y se distienda”, aseguró.

“Por la cabeza pasan recuerdos de mi viejo, que fue el que me empujó a todo esto; recuerdos de uno de mis managers, que empezó conmigo pegando fierros en un galpón. Son muchas cosas; y a la familia también le debo muchas cosas y por eso debo rendirles un homenaje”, remarcó.