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Por Patrice Burchkalter
Desde Sepang

Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), con su victoria en el Grand Prix de Malasia, la primera de su carrera, y Fernando Alonso (Renault), con su tercer puesto tras haber logrado su primera “pole”, aportaron una ola de “frescura” a la Fórmula 1 en el tórrido circuito de Sepang, cerca de Kuala Lumpur.
Los 23 años del finlandés y los 21 del español fueron el reflejo de una juventud que sacudió al orden establecido, que desafió el dominio de Ferrari. Porque si bien Rubens Barrichello se ubicó en el podio entre los dos juveniles, Michael Schumacher una vez más sufrió una desilusión.
Algunos se preguntan qué está pasando en la cabeza del alemán quíntuple campeón del mundo en esta temporada. Tras los errores y la estrategia equivocada en Melbourne, esta vez Schumacher se automarginó al chocar a Jarno Trulli en el inicio, por lo que fue penalizado con una entrada a boxes. “Cometí un error. Ya me disculpé con Jarno”, admitió.
Apenas unas vueltas fueron suficientes para que la carrera malaya, bajo una temperatura de 34 grados, quedara prácticamente definida. El colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) fue víctima del choque Schumacher-Trulli y perdió la trompa de su monoplaza tras embestir el auto del brasileño Antonio Pizzonia (Jaguar). La obligada entrada a boxes más la falta de competitividad del Williams dejaron a Montoya fuera del reparto de puntos. El escocés David Coulthard, ganador en Melbourne, quedó eliminado en la segunda vuelta, cuando su motor dijo basta.
Raikkonen pudo así encaminarse hacia la primera victoria de su joven carrera, un triunfo que varias veces se le había escapado por muy poco, como hace dos semanas en Melbourne, donde un exceso de velocidad en la calle de boxes le costó el primer puesto.
Alonso, por su lado, podría haber terminado segundo de no haber sido por un problema de electrónica en la caja de velocidades. El acceso al podio, el primero de su carrera, tras una primera “pole position”, fue suficiente para alimentar su alegría. El último podio de Renault databa del 5 de mayo de 1985 en Imola (Italia), cuando el francés Patrick Tambay fue tercero. “Es el día más bonito de mi vida, declaró luego Alonso. Es extraordinario terminar en el podio. Sobre todo porque desde la mitad de la carrera comencé a tener problemas con la caja de velocidades y tuve que pasar a manual hasta el final. Francamente, pensé que no podría terminar.”
Raikkonen hizo un doblete. Con su victoria el finlandés se puso al frente del campeonato mundial de pilotos, afirmando la posición de McLaren-Mercedes en el torneo de constructores, delante de Ferrari, Renault y Williams.
Hace un mes nadie se habría atrevido a pronosticar una situación tal.