“Desde algún lugar del cielo, mi hermano me guió a esta victoria. El me inculcó todo en el automovilismo. Todo lo que aprendí se lo debo a él. Me preparaba los kartings cuando yo daba mis primeros pasos.” Gabriel Werner le llevaba 10 años a su hermano Mariano. Ayer, el día del cuarto triunfo de su hermano en TC, habría cumplido 34 años. En noviembre de 2007, mientras trabajaba en la gomería del autódromo Oscar Cabalén de Córdoba, el neumático estalló y la llanta impactó contra su cabeza. Gabriel falleció cuando era trasladado a un hospital zonal.

El TC tiene estas historias emotivas, como cuando los hermanos Marcos y José Luis Di Palma pelearon mano a mano la primera carrera después de la trágica muerte de su padre Luis Rubén, en Rafaela, en el año 2000; o como cuando Omar Martínez, otro entrerriano que abrió el camino de Werner, ganó pocos días después de la muerte de su madre Haydée.

Werner no encontró obstáculos para llevarse la victoria desde el mismo viernes, cuando marcó la pole-position. Su compañero de equipo en el Lincoln Sport Group, el campeón Mauro Giallombardo, lo siguió de cerca, pero jamás pudo ponerse a tiro de una maniobra. La emoción hubo que buscarla después, en ese recuerdo del hermano ausente (Werner dijo profesar una “profunda convicción religiosa”) y en la actuación de Juan Bautista De Benedictis, que el viernes rompió su motor, el sábado se clasificó 26º, ayer fue sexto en su serie y tras largar 16º arribó quinto a la bandera a cuadros. “Me quedó un sabor amargo, porque el auto estaba para ganar”, se lamentó.

Los dirigentes del TC especulan que la ausencia total de elementos aerodinámicos en los autos, como spoilers y deflectores, a partir de la quinta carrera en Olavarría, permitirá recuperar la emoción en la pista, normalmente ausente en lo que va de 2013. Por ahora, las únicas alternativas parecen darse en la tabla de posiciones del torneo, en la que los pilotos suben y bajan de acuerdo con su última actuación.

Diego Aventín, que había arribado como líder al “Eusebio Marcilla”, llegó 21º tras largar último la final (por haberlo tocado a Martínez en la serie), y cayó al sexto lugar; peor le fue a Matías Rossi, que del segundo lugar pasó al undécimo en el torneo, todo por culpa de un toque que lo dejó fuera de carrera en la sexta vuelta. Agustín Canapino, que con su séptimo puesto fue el mejor Chevrolet, pasó de la 14ª a la 9ª posición...

“Iban muy rápido los Ford y no los podía seguir, por eso es como una victoria para nosotros”, afirmó Juan Manuel Trucco, el mejor piloto de Dodge en 2013, que subió al podio por segunda carrera consecutiva y ya está segundo en el torneo.