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¿Piensa alzar un trofeo todos los domingos?
–Es increíble, estoy muy contento. Hace ocho días soñaba con mi primer título, y ahora ya tengo dos. Se ve que España me sienta bien...
–¿Cuáles fueron las diferencias entre Barcelona y Mallorca?
–Creo que acá jugué un poco más relajado que en Barcelona, gané con la confianza que traía antes que con las ganas de ganar.
–Su talento nunca estuvo en discusión, pero sí su fuerza mental. ¿Es ése un asunto definitivamente superado?
–Ojalá pueda decir a partir de ahora que la cabeza funciona, pero por ahora todo es muy nuevo, no deja de sorprenderme.
–A partir de hoy estará jugando en Roma, donde la prensa mundial lo espera como el hombre de moda en el circuito sobre polvo de ladrillo. ¿Cómo se sobrepondrá a esa presión?
–Voy a ver qué pasa, nunca viví una situación así, y supongo que tendré que concentrarme más que nunca, aunque en un torneo tan importante no va a ser fácil aislarse.
–Ganó Barcelona y Mallorca sin la presencia de Tony Pena, su entrenador. En Barcelona fue entrenado por Martín Jaite. ¿Qué le estará pasando por la cabeza a Pena?
–Bueno, habría que preguntárselo a él... No, Tony debe estar muy contento, él sabe que esto que logré es de los dos, que es gracias también a su trabajo.
–Todos lo nombran ahora como candidato a ganar Roland Garros. ¿No lo perjudica el hecho de haber llegado a su pico de juego un mes antes del torneo?
–No, porque ahora voy a jugar Roma y después volveré diez días a Buenos Aires a descansar. Voy a estar a punto para Roland Garros, pero para ganar allí tenés que jugar en un nivel extraordinario, es muy difícil.