TENIS
EL NUMERO UNO
Con su victoria en la final de Basilea, David Nalbandian se transformó en el mejor tenista argentino de la actualidad, y a partir de hoy libra su última batalla para clasificarse para el Masters.
Ya es el número uno del tenis argentino. Pero no se conforma. El título de Basilea, el segundo del año y su primer campeonato sobre carpeta indoor, quedó atrás. Para David Nalbandian, cordobés, 19 años, París bien vale un Masters. El argentino aplastó ayer al chileno Fernando González en tres sets y apunta todos los cañones a conseguir un lugar en el Masters 2002, con lo que cerraría una temporada singular, en la que ya lleva 35 victorias en 58 partidos. “Este es un año realmente muy bueno y ojalá termine en París una semana como ésta”, señaló Nalbandian tras la victoria sobre González 6-4, 6-3, 6-2.
“Me siento estupendo y muy feliz”, dijo Nalbandian, que reconoció que “ganó el que se equivocó menos”, y señaló: “Me sentí muy cómodo adentro de la cancha y pude plantear el juego que quise. Fue fundamental el estado físico en el que me encuentro, porque las piernas responden y así puedo pegarle a la pelota como quiero”. Nalbandian se convirtió en el primer latinoamericano que gana el torneo suizo desde que lo hiciera su compatriota Guillermo Vilas en 1978.
El partido contra González duró una hora y 45 minutos. “Fue duro, aunque el marcador parezca decir lo contrario –aseguró–. La verdad es que no esperaba ganar el torneo cuando llegué acá.” Luego, Nalbandian reconoció que su juego fue imparable. “Jugué muy bien, cometí muy pocos errores no forzados y sobre todo logré que no pegase cómodo su derecha, que es su mejor arma”, agregó en referencia a su contrincante. El joven chileno no tuvo reparos en reconocer la superioridad sobre la cancha de Nalbandian. “David jugó muy bien, y no me dejó sentirme cómodo sobre la cancha. Pero bueno, el tenis es al fin y al cabo un juego”, concluyó.
Sólo un quiebre en el noveno juego del primer set, el más parejo y mejor jugado de los tres, le alcanzó al tenista de Unquillo para llevarse el primer parcial. A partir de allí todo fue del argentino, quien en el segundo parcial vulneró el servicio de su rival en el tercero y en el noveno game, jugando un tenis perfecto y altamente efectivo de la mitad de la cancha hacia adelante.
Tras quedarse con el segundo parcial, el argentino se mostró muy sólido y tranquilo, mientras que el chileno nunca pudo recuperar el nivel que había mostrado a lo largo de la semana y en el comienzo del partido, perdiendo incluso la paciencia. La desorientación y la bronca de González le facilitó el trabajo a Nalbandian en el tercer set para que el argentino liquidara el pleito 6-2. “El tenis sudamericano está muy fuerte. Creo que con (Guillermo) Cañas, con (Nicolás) Massu, con Fernando (González) y conmigo está atravesando un gran momento.”
Gracias al triunfo, el argentino saltará hasta el 12º lugar de la Carrera de Campeones, y con 348 puntos aún tiene opciones de obtener un puesto en el Masters de Shanghai. “Ahora voy a París y lo mejor es que voy con mucha confianza”, sentenció.
Nalbandian, entrenado por Gabriel Markus, será desde hoy el nuevo número uno de la Argentina y tuvo destacadísimas actuaciones en la temporada en todas las superficies del circuito ATP: “Para nadie debe ser noticia que los argentinos ganemos en cualquier superficie”, opinó.
En abril ganó su primer ATP en Estoril, Portugal, sobre polvo de ladrillo; luego, en julio, llegó a la final de Wimbledon en césped; en agosto, sobre cemento, brilló en el Masters Series de Toronto –trepó a cuartos– y hoy, en sintético y bajo techo, consiguió su segundo ATP, dejando en su camino al cheque mayor a dos top-ten como el inglés Tim Henman y el suizo Roger Federer. “El primer objetivo planteado este año con Markus era tratar de mantenerme, como mínimo, entre los 40 primeros y después ver cuántos lugares más podíamos ganar.”
El Masters Series de París-Bercy comienza hoy con una cuestión abierta por encima de todas: qué seis jugadores acompañarán a Lleyton Hewitt y a Andre Agassi en el Masters de Shanghai. El australiano y el estadounidense, primero y segundo con 697 y 654 puntos, respectivamente, en la Carrera de Campeones, son los únicos que por el momento tienenasegurada una plaza en la cita anual que reúne a los mejores ocho tenistas de la temporada.
El primero que más cerca está de conseguirlo es el ruso Marat Safin, que es tercero con 469, seguido a sólo dos puntos por el español Juan Carlos Ferrero (467), que ocupa la cuarta posición. A ambos les bastará seguramente con alcanzar los octavos de final del Masters Series parisino para asegurarse matemáticamente el viaje a China.
También el checo Jiri Novak (446) está cerca de asegurarse el pase a Shanghai, aunque sus problemas físicos pueden pasarle factura. Detrás de él están el suizo Roger Federer (433), que al alcanzar las semifinales esta semana en Basilea arañó diez valiosos puntos, y el británico Tim Henman (428), que avanzó siete puntos en la clasificación gracias a que llegó a cuartos de final en el evento suizo.
El octavo puesto, el primero que deja fuera de Shanghai, es para el español Carlos Moyá (421), mientras que su compatriota Albert Costa es noveno con 393 puntos. Sin embargo, en su condición de campeón de un Grand Slam (Roland Garros), Costa tiene una plaza asegurada siempre que sea el mejor de los otros campeones y quede entre los 20 primeros.
Pese a que Moyá está por ahora afuera, sus perspectivas son más interesantes que las de sus perseguidores, ya que tras el español hay un pequeño hueco en la clasificación. Décimo está el alemán Tommy Haas (389), undécimo el estadounidense Andy Roddick (384) y duodécimo Nalbandian (348). Para meterse en el Masters, el unquillense debería llegar lejos en el torneo de París y esperar otros resultados.
En la lista de candidatos podría incluirse, con mucho optimismo, a Guillermo Cañas, que ocupa la 14ª posición con 330 puntos. Sin embargo, las opciones de Cañas son remotas. Necesitaría ganar el torneo (que reporta 100 puntos) y esperar una debacle de todos los que le preceden en la clasificación para estar en Shanghai.