El atletismo argentino tuvo unos Juegos con rendimientos dispares, aunque Braian Toledo y Germán Chiaraviglio sobresalieron al conseguir sus mejores marcas del año, en lanzamiento de jabalina y salto con garrocha respectivamente, y accedieron a las finales de su especialidad. “Vine a buscar un buen torneo, no me imaginé que iba a lograr esto. Me acuerdo de cuando era chiquito y veía estas cosas en la tele, y era un sueño que por fin pude lograr. Estoy muy feliz, todavía no me doy cuenta”, dijo el santafesino luego de hacer historia en su tercera participación olímpica, y ubicarse entre los 12 mejores participantes de la prueba con una marca de 5,70 metros y avanzar a la final, en la que se ubicó 11avo. y aseguró: “Hice la mejor marca del año en el mejor torneo, algo muy difícil de lograr en el atletismo, y para mi es una gran satisfacción. Eso quiere decir que hicimos las cosas bien con mi entrenador (Roque Ríos) y todo el equipo”.

Por otro lado, otro deportista en una situación similar fue el oriundo de Marcos Paz, quien en su segundo Juego Olímpico y con solo 22 años, registró su mejor marca del año, con 81,96 metros en su segundo intento y se metió en la final, en la que terminó décimo. “Esto es cuestión de tiempo y paciencia. Mis Juegos Olímpicos van a empezar a partir del 2020, cuando yo tenga 26. Ahí voy a hacer mejores marcas. ¿Si se pueden hacer antes? Sí, se puede, pero eso es adelantar procesos y retirarte mucho antes también. Yo no me quiero adelantar, yo creo que mis Juegos Olímpicos van a ser los próximos. Sigo sosteniendo eso”, había dicho tras su histórica clasificación.

Por su parte, Germán Lauro, lanzador de bala, no pudo repetir su histórica actuación de Londres 2012, cuando fue sexto en la final, y en Río finalizó en el decimonoveno lugar de la competencia clasificatoria con un registro de 19,89m. “Son cosas que se dan. Es difícil de explicar, porque por más que uno tiene la alegría de estar compitiendo, la familia está acá. Te vas con el sabor amargo de no haber logrado lo que querías. El deporte es así, se dio una clasificación realmente durísima. Creo que hace décadas que no se lanza tanto en una clasificación. Hubo ocho con clasificación automática y 20,40 tiró el doceavo. Fue durísima, por ahí no estuvimos a la altura de la clasificación”, explicó el nacido en Trenque Lauquen, y aseveró que “hubiese sido lindo poder estar en la final, porque hubiese permitido empezar a cerrar un ciclo. Es momento de frenar, tomar unas merecidas vacaciones y empezar a pensar con la cabeza fría lo que va a ser el año que viene” que seguramente “será el último año de mi carrera”.

“Acá se acaba, son veinte años de entrenamiento. Estoy vieja y ya me duelen mucho las rodillas”, confirmó Rocío Comba el retiro, lanzadora de disco, quien se ubicó 27ma. con una marca de 54,44 metros, quedó muy lejos del corte clasificatorio de la prueba establecido en 62 metros y no pudo ingresar a la final.

Informe: Pedro Ruiz de Galarreta.

“Mis mejores marcas van a empezar en el 2020”, dijo Toledo.