SE QUEDO SIN RIQUELME Y BANFIELD LO SACO DEL CLAUSURA
El mediodía fatal de Boca
Se adelantó el partido y se anticiparon las penas. Los muchachos de Garisto, con un planteo inteligente y ordenado, ganaron justamente tras un desarrollo accidentado. Madorrán echó a Abbondancieri y a Riquelme en el primer tiempo, cuando Banfield sacó la ventaja con gol de Walter Jiménez. Tabárez hizo entrar a Delgado y a Tévez, pero no le alcanzó. Banfield tuvo también posibilidades de aumentar.
Por Facundo Martínez
Boca cayó ayer frente a Banfield por 1-0 y perdió la ilusión de pelear el campeonato que lidera River, ya que si bien aún conserva chances matemáticas, el torneo local no parece estar en la mente de Oscar Tabárez ni de sus jugadores. La victoria, con gol de Walter Jiménez, les permitió a los locales escalar posiciones en la tabla, alejarse de la zona de promoción y quedar arriba. El partido –que se jugó a partir de las 13.45- sufrió un horrible arbitraje de Fabián Madorrán, quien expulsó a Abbondancieri, luego a Riquelme y, finalmente, al local Santa Cruz; dejó pegar y, encima, castigó las quejas cargando a Boca de amonestaciones y expulsando al entrenador y hasta –inexplicablemente– al médico boquense.
Si a lo poco brillante del partido se le suma la actuación del árbitro, casi no hubo nada interesante para ver. Porque desde el arranque ni Banfield ni Boca se mostraron interesados en gobernar el trámite. Un cabezazo de Bracamonte, tras un saque lateral, que Lucchetti atrapó sin exigencias y un remate de Santa Cruz, que pegó en Forchetti y atajó Abbondancieri, fue lo único de los primeros 25 minutos. Y después vinieron las expulsiones, que desnaturalizaron para peor el desarrollo del encuentro.
El primero en irse fue el arquero de Boca, que salió del área para taparle un mano a mano a Lujambio, quien a la carrera le había ganado a Forchetti la posición, y tocó la pelota con la mano: último recurso. Entonces Tabárez decidió sacar a Gaitán para que ingresase Wilfredo Caballero al arco. Y enseguida llegó el gol de Banfield, que contó con un rebote y un toque corto de Cocca para Jiménez, quien metió un remate bajo y cruzado sobre el palo izquierdo del recién ingresado.
La ventaja no espejaba la producción de los locales, porque en ello había algo de fortuna. El público boquense se enardeció con las intervenciones de Madorrán, que dejaba pegar y castigaba a los jugadores de Boca por las quejas. Después echó a Tabárez, y al rato expulsó a Riquelme, porque lo vio tirándole una piña a Santa Cruz. Lo que no percibió el árbitro fue que Santa Cruz le había manoseado el trasero a Riquelme.
Poco hicieron los de Luis Garisto con los dos hombres y el gol de diferencia; después los locales perdieron a Santa Cruz, expulsado tras un roce menor con el chaqueño Giménez: Madorrán emparejaba.
El ingreso de Tévez, en el complemento, le dio un poco más de aire y explosión al ataque de Boca. Banfield eligió cuidar y apostó a la contra. Boca tuvo dos chances para descontar: solo frente al arco, Pinto no consiguió conectar un tiro libre cruzado de César González que se fue cerca del arco de Lucchetti, quien después le tapó un remate a Bracamonte. Banfield tuvo también sus chances, por el lado de Jiménez y de Garrafa Sánchez, que había ingresado por Lujambio. Banfield contó a su favor con dos intentos de Jiménez, uno de Garrafa y dos del alto Bilos, que no prosperaron. Boca tuvo la última con un remate de Tévez, que Lucchetti tapó.