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Marcela Eliana Acuña logró su segundo título del mundo. La “Tigresa” venció por nocaut técnico en el tercer round a la colombiana María Andrea Miranda y consiguió la corona vacante de los plumas de la Federación Internacional de Boxeo Femenino en pelea realizada en el estadio del club Centenario en la ciudad de Formosa. La colombiana Miranda (55,850 kg) no escapó al destino de las últimas adversarias de Acuña (56,400 kg.). De record incomprobable (en Internet podían conseguirse dos versiones diferentes), la morena careció de fortaleza para soportar el mayor poderío físico de la argentina, quien ya en el primer asalto la conmovió con duros cruzados de derecha y ganchos al hígado.
Acuña trató de definir el pleito con rapidez, y lo consiguió en el tercer asalto cuando lo único que hacía Miranda era retroceder y amarrar. Con dos ganchos al cuerpo, la argentina derribó otras tantas veces a la colombiana, quien ostensiblemente demostraba no querer seguir más en pelea. Luego de la segunda caída, el árbitro Carlos Roldán dio el pase y Acuña concluyó su tarea con un estupendo uppercut de derecha que tumbó a Miranda sobre el tapiz. Corrían 2 minutos y 35 segundos del tercer round y Roldán no se tomó el trabajo de llevar la cuenta a diez. Ahí mismo levantó los brazos de la “Tigresa” y la declaró nueva campeona del mundo.
Con esta victoria sencilla, Acuña tratará de reimpulsar su carrera, que había entrado en un cono de indefinición por el poco interés que había despertado su título mundial supergallo, al que ahora deberá renunciar ya que los dobles campeonatos no son admitidos a nivel mundial ni entre los hombres ni entre las mujeres. Sus manejadores, Osvaldo Rivero y Esteban Livera, y su entrenador y esposo, Ramón Chaparro, suponen que, como campeona pluma, la “Tigresa” debería tener más propuestas para pelear en la Argentina y, sobre todo, en el exterior.