Cuando los referentes en el automovilismo internacional escasean, José María López continúa con su costumbre de seguir ganando títulos para quedar como el más destacado en ese rubro. El cordobés de Río Tercero defendió en el 2015 el campeonato que había conseguido el año anterior, en el Mundial de Turismo (WTCC), y se sigue consolidando como un piloto de jerarquía. Como conductor del equipo oficial Citroën, López pretende no perder la corona en este 2016, a lo que podría agregarle su participación en las 24 horas de Le Mans, la carrera de resistencia que se disputa anualmente en el mes de junio en el circuito de Sarthe, Francia. El bicampeonato obtenido ante rivales de la talla de los franceses Yvan Muller y Sébastien Loeb, lo ubican al argentino como uno de los más determinantes en el año que se acaba de ir.

El momento fundamental de la temporada fue su triunfo en Nürburgring, el autódromo ubicado alrededor del pueblo y castillo medieval de Nurburgo en las montañas Eifel, Alemania. Pechito, como se lo conoce en el mundo de la actividad, corrió allí a máxima velocidad a lo largo de 23 kilómetros. Entre los datos resonantes de su desempeño en WTCC hay uno que asombra. López arrancó en la categoría siendo líder desde su primera carrera de 2014, y nunca más se bajó de ese sitio. Sus puntos positivos para alcanzar el título en 2015 fueron la regularidad en el momento de la clasificación, donde siempre estuvo entre los tres primeros. A eso se le suma que ganó muchas más primeras carreras que en 2014, y también que haya mejorado en las largadas.

Con 32 años, la madurez parece haber llegado para el cordobés. Y a su experiencia le está agregando tranquilidad para tomar las mejores decisiones durante las competencias. Eso le permitió encontrar la regularidad que antes le costaba alcanzar. Además, López no deja de girar en el invierno europeo, cuando anteriormente elegía alejarse de los circuitos por más tiempo. Estos avances ayudaron también para que López pueda ganar el premio Olimpia de Plata, prevaleciendo en la terna junto a Omar Martínez y Leonel Pernía.

El momento que atraviesa el cordobés ya no lo hacen retroceder en el tiempo tratando de encontrar los motivos de su fallida llegada a la Fórmula Uno. En el 2010, López había sido confirmado en la nueva escudería USF1 Team, y llegó a ser recibido por la ex presidenta Cristina Fernández. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, el piloto fue notificado luego de que ese equipo no competiría en la máxima categoría, debido a que los tiempos para armar los autos se habían retrasado y el apoyo económico había sido retirado.

Pero los momentos de felicidad terminaron ganando en la carrera de Pechito, que aspira a tener un 2016 plagado de éxito, como le viene sucediendo en los últimos años. Con el correr de los meses tendrá lugar para definir sobre su futuro en el 2017, donde el equipo Citroën ya no competirá en el Mundial de Turismo. Pero con todos los logros que viene teniendo, a López no faltarán ofertas para seguir corriendo en el máximo nivel.