Parece extraño que un piloto que consigue su primera pole-position y su primer triunfo en esta temporada esté, también, peleando por el título, lo que, se supone, sucede en condiciones menos experimentales. Pero sin embargo está ocurriendo con el finlandés, que podría convertirse en el campeón mundial más joven de la historia.
Curioso el caso de McLaren, que está disputando la corona con un coche que es, en esencia, el modelo que usó en la temporada pasada. El mismo que fuera vapuleado por la Ferrari F-2002 del año anterior, y que ahora le gana a la F-2003, máquina esta que, según los propios ferraristas, es superior a la anterior. Un dilema lógico que sólo se explica con la cuestión de la cubierta.
“Estoy satisfecho con la decisión de seguir corriendo el MP4/17 –ha dicho el Hombre de Hielo, como ya se lo conoce por su inexpresividad– y diría que el coche es lo suficientemente bueno para ganar el título. Además, ni siquiera la nueva Ferrari es tan buena como ellos esperaban que sería.”
Esa ventaja de caucho, la única que parece tener el equipo de Woking –ya que el motor Mercedes es el menos potente y más frágil de los tres que compiten por la corona–, puede de todas formas desvanecerse.
La FIA ha dicho que en la próxima carrera, en Italia, chequearán las gomas después de la carrera, no solamente antes. Parece que las paredes laterales de la cubierta Michelin están construidas de manera un poco más flexible, de forma que, cuando el auto está corriendo y la aerodinamia lo aplasta al piso, la goma se deforma y tendría, entonces, un parche de contacto con el piso superior al reglamentario; más contacto implica más agarre, mayor velocidad curva y, por ende, mejores tiempos de vuelta. Michelin estaría construyendo apresuradamente gomas de paredes más rígidas y nadie sabe si en ello no perderán toda la ventaja.
En principio, Ferrari y Bridgestone negaron haber llamado la atención de la FIA sobre el punto, pero luego lo admitieron. Se concluye que fue una estrategia no sólo para disminuir eventualmente la diferencia, sino para contagiar nervios entre la competencia.
Raikkonen sólo pierde la calma en la clasificación, donde ha demostrado en más de una oportunidad quebrarse bajo presión, salirse de pista, hacer malos tiempos y largar retrasado. Pero por otro lado lo ayuda el ser considerado el outsider, el que menos chances alberga pese a las escasas diferencias que lo separan de los otros dos rivales.
“Williams parece tener una ventaja y Schumacher es el líder –reconoce– pero tengo una chance de ganar y pelear hasta el fin del torneo.” Cuenta con el escudo de su coequiper, David Coulthard, pero también Schumacher tendrá a Rubens Barrichello como ayuda de cámara. En ese rubro, sin embargo, está mejor posicionado que Montoya, el único que no puede confiar en su coequiper, Ralf Schumacher...