FúTBOL › BIANCHI PRUEBA A SUS DELANTEROS
Un Apache busca pareja
Por Ariel Greco
En este equipo de Boca, Carlos Tevez es insustituible, de eso no hay dudas. En cambio, a medida que pasan los encuentros, no está tan claro quién debe ser su compañero de fórmula. Mientras Iarley viene perdiendo terreno por sus bajas actuaciones, Franco Cángele se afianza cada día más en la pelea por el puesto. El tercero en discordia es Raúl Estévez, que también es una alternativa válida que el técnico maneja. Todo eso sin contar a Guillermo Barros Schelotto, que todavía debe recuperarse de un desgarro. La otra posibilidad es que Carlos Bianchi insista en presentar tres atacantes, recurso que utilizó en el primer tiempo ante Banfield y que repitió ayer en la segunda etapa.
Por el momento, para el entrenador el titular es Iarley. Pese a haberlo sacado en el entretiempo del partido ante Banfield, en ese mismo momento le garantizó la estadía para el encuentro de ayer. Sin embargo, el brasileño no consigue responder en la cancha a la confianza del entrenador. Inseguro con la pelota, el ex Paysandú está lejos de su nivel y ya no es tan importante como en el arranque del campeonato. Ayer arrancó como segundo punta acompañando a Tevez. En el segundo tiempo se paró decididamente como puntero izquierdo y, ya con la salida del nueve, pasó a jugar de centrodelantero. En ninguna de las tres posiciones logró desequilibrar, más allá de que siempre intentó con la gambeta.
El que viene ganando espacio es Cángele. Cada vez que ingresa, el juvenil aporta variantes importantes en base a su habilidad, a la velocidad y a la precisión de su pegada. Y una ventaja considerable frente a su competidores es su capacidad goleadora. Ante Chicago aseguró el triunfo con un chanfle al ángulo a la salida de un tiro libre. Dos semanas atrás le había dado la clasificación a Boca ante Colón en la Sudamericana con una maniobra personal, que resolvió con otro remate esquinado. Por su condición de zurdo, Bianchi lo coloca como extremo derecho, para que aproveche su perfil cuando engancha hacia adentro. Además, esa alternativa le da al entrenador la chance de colocar a Tevez del centro a la izquierda. De esa manera, cada vez que encaran, los dos delanteros tienen el arco de frente, listos para disparar.
El tercer aspirante es Estévez. Con menos gol que sus compañeros, pero con mayor capacidad para el desborde, el ex San Lorenzo también dispuso de minutos importantes, tanto en el Apertura como en la Sudamericana. Su contra es que teniendo en cuenta que Tevez no es un típico nueve de área, su virtud de la gambeta y el centro no es tan simple de ser aprovechada.
Claro que en los planes del técnico de Boca también hay un plan B. Bianchi ya probó la posibilidad de utilizar tres atacantes, sacrificando al enganche. Cuando estaba en plenitud, Barros Schelotto compartió la delantera con Iarley y Tevez. Ante Banfield, en el arranque la apuesta fue el tridente Estévez-Iarley-Tevez. Y en el segundo tiempo de ayer, con Chicago con un jugador menos por la expulsión de Leo Ramos, la fórmula elegida fue Cángele-Tevez-Iarley. Además, la versatilidad de los jugadores les permite reubicarlos en cualquier sector del frente de ataque. En eso anda Bianchi, tratando de encontrar la fórmula de la felicidad.