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A Quilmes le cierran los números. Con su histórica victoria de ayer en el Nuevo Gasómetro, el conjunto que dirige Gustavo Alfaro obtuvo su cuarto triunfo consecutivo y se trepó al tercer lugar de la tabla, tanto en la de posiciones –donde se encuentra a seis puntos del líder Boca– como en la que más le importa por ahora, la del descenso. Con 1,909 de promedio, Quilmes apenas es superado por River y Boca. Además, con los 21 puntos que logró en las primeras once fechas ya se convirtió en el equipo recién ascendido de mejor rendimiento desde que se implementaron los torneos Apertura. Todo ello, justo en la semana que celebra los 25 años de su único título en primera división, en 1978.
Desde que cayó con Banfield 2-1 en la séptima fecha, Quilmes sumó cuatro triunfos seguidos. Primero derrotó a Arsenal 2-1, luego venció como visitante 1-0 a Olimpo y en la jornada anterior batió 2-0 a Colón. Ayer, la víctima fue San Lorenzo. Con esa racha, el conjunto del Sur está a cuatro puntos de superar el objetivo que se planteó en el inicio de la temporada, cuando aspiraba a sacar 25 puntos. Sin embargo, su entrenador prefiere mantener el perfil bajo que siempre exhibió desde antes de conseguir el ascenso. “Estamos para seguir laburando y sumar la mayor cantidad de puntos posibles. Los equipos no tienen techo ni piso. Siempre pueden seguir subiendo o cayendo”, aseguró Alfaro, quien remarcó que se siente “muy tranquilo por lo que están dando sus jugadores”.
La síntesis de lo que le está sucediendo a Quilmes la resumió Leandro Benítez, una de las figuras del equipo. “Realmente es un sueño lo que estamos viviendo porque derrotamos a un grande como San Lorenzo, a diferencia de la temporada pasada en la que sufrimos mucho para ascender”, comentó el volante zurdo. Por su parte, el delantero Patricio Camps dio las claves para entender el presente de su conjunto. “Quilmes es un equipo que complica por su forma de jugar: ordenado tácticamente, con mucha moral y actitud para pelear cada pelota como si fuera la última”, señaló Camps.
Ahí está Quilmes. Con la mente puesta en sumar puntos, con el pensamiento en la tabla de promedios, pero con la mirada de reojo en la punta del Apertura y en Boca, a quien tiene que visitar dentro de cuatro fechas.