Iarley la gastó
Estaba en deuda con los hinchas y ayer, en su primer Superclásico, apareció espléndido para saldar las cuentas, con intereses y más. Tuvo una tarde brillante: complicó a voluntad, defendió siempre la pelota y estuvo muy preciso en los pases. Coronó su actuación con un golazo. Todo suyo, porque arrancó en una pelota que parecía perdida, le ganó a Rojas sobre la línea lateral, la llevó dominada hasta el área, pasó metiendo amagues entre los centrales y definió con justeza al primer palo para el 2-0.