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Independiente padece una profunda crisis institucional, y los violentos incidentes que se registraron ayer en el estadio de la doble visera no hicieron otra cosa que exponerlo claramente. Con total impunidad y ante la pasividad de la Policía Bonaerense, la barra brava roja ingresó al sector de plateas para golpear a los socios que cuestionaban a los miembros de la Comisión Directiva, cuando promediaba el primer tiempo y Barijho acababa de marcar el segundo gol de Boca.
“Du-ca-ten-zei-ler etc. etc.”, coreaba la hinchada de Independiente cuando el equipo no ofrecía respuestas dentro de la cancha y Boca marcaba el segundo gol de la tarde. Algunos plateístas se agolparon contra uno de los palcos, donde se encontraban los directivos más importantes del club y comenzaron a insultarlos. Volaron algunos golpes e, inmediatamente, un grupo de hinchas pesados cruzó hacia la platea para defender a los directivos y se desató una verdadera batalla campal ante la mirada de los efectivos policiales que, cuando se decidieron a intervenir, repartieron palos a diestra y siniestra sin hacer ningún tipo de diferencias entre los revoltosos y los simpatizantes pacíficos.
Tras diez minutos de incidentes, la barra, liderada por su jefe, un sujeto conocido como “Bebote”, que lucía una camiseta de Defensa y Justicia, encabezó la retirada hacia la popular después de haber impuesto el orden. Una muestra más de que el mal momento que atraviesa el club excede lo deportivo.
Informe: Leonardo Castillo.