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Pastoriza se arrepintió
El juvenil defensor de Boca, Pablo Alvarez, pensó que podía evitar que una pelota que peleaba con un rival saliera por la línea lateral. Se tiró al piso y con su pierna derecha extendida trató de alcanzarla, pero, sin intención, derribó al entrenador de Independiente, José Omar Pastoriza, que presenciaba el partido pegado al borde de la cancha. El técnico se levantó y visiblemente alterado lanzó un puñetazo que el jugador debió esquivar. Se produjo un amontonamiento entre los jugadores, cuerpos técnicos y colaboradores de ambos equipos. El partido se suspendió durante unos minutos. Baldassi decidió saldar la cuestión con la expulsión del técnico local.
Tras la goleada, Pastoriza se reconoció arrepentido y se disculpó con el lateral de Boca por su reacción. “Le pedí perdón al jugador de Boca por la calentura del momento. Estuve mal.” Pero no sólo Alvarez fue el receptor de las excusas del entrenador rojo: “Quiero disculparme también con los hinchas de Independiente por la pobre producción del equipo. De esta situación vamos a salir trabajando. No pienso renunciar. Hay que mirar para adelante”, aseguró Pastoriza mientras abordaba el micro que retiraba a los jugadores de Independiente, en medio de gritos hostiles de los hinchas que se habían concentrado en la calle Cordero.