FúTBOL › CELEBRO 11 DE LOS 25 DISPUTADOS DESDE 1991
El título lo confirma como rey de los torneos cortos
POR DANIEL GUIÑAZU
River es el rey de los torneos cortos. Desde que, a mediados de 1991, se cambió la forma de disputa de los campeonatos, los millonarios ganaron 11 de los 25 certámenes realizados (5 Clausura y 6 Apertura). Muy alejados se encuentran Boca con 5 títulos (1 Clausura y 4 Apertura) y Vélez con 4 (3 Clausura y 1 Apertura). En este contexto de superioridad abrumadora, en el que los dos equipos más grandes de la Argentina lograron 16 de los últimos 25 torneos, ¿cómo entra en la historia esta formación de Leo Astrada que ayer dio la vuelta en el Monumental? ¿Es un gran equipo, uno bueno y nada más o uno más en la larga lista?
En rendimiento y en fútbol, este River campeón está por debajo de, por lo menos, cuatro equipos que ganaron títulos en los ‘90: el de Passarella que consiguió el Apertura ‘91; el de Gallego que obtuvo invicto el Apertura ‘94; el de Ramón Díaz que se llevó la triple corona (Apertura ‘96, Clausura ‘97 y el Apertura del mismo año), y el que compartieron Ramón y Gallego y que alcanzó el Clausura ‘99 y el Apertura 2000.
Astrada tiene atenuantes para justificarse: optó (sin suerte) por la Libertadores, jugó 5 veces sin la mayoría de los titulares (ante Quilmes, Gimnasia, Vélez, Chacarita y Lanús) y empleó 29 jugadores, demasiados para un torneo corto. En cambio, aquellos campeones tuvieron nombres más estables y una identidad de juego más definida. El del Apertura ‘91, por ejemplo, fue un equipo arrasador: ganó los 10 primeros partidos en forma consecutiva, tuvo el ataque más goleador, la defensa menos vencida, y le sacó al subcampeón, Boca, 7 puntos de ventaja (31 a 24). Ramón Díaz, en su regreso luego de casi una década en Europa, fue el goleador con 14 tantos y, además, la figura excluyente. Por su parte, el ganador invicto del Apertura ‘94, con Gallego en el banco y Enzo Francescoli brillando en la cancha, le sacó 5 puntos a San Lorenzo (31 a 26) e igualó la eficacia record que había conseguido el campeón del ‘91 (31 unidades sobre 38).
El del tricampeonato ‘96/’97 fue seguramente el mejor equipo de River en aquella década. Ramón Díaz lo armó y Francescoli, Ortega, Salas, Gallardo y compañía produjeron un fútbol dinámico y brillante que, sin embargo, no pudo con la Juventus en la final Intercontinental del ‘96. El Apertura de ese año se lo llevó por un campo: le sacó nueve puntos a Independiente (46 a 37), y el Clausura también lo ganó cómodo con 6 puntos de ventaja sobre Colón (41 a 35). En el Apertura del ‘97 hizo una muy buena campaña, pero no le sobró nada: sumó 45 puntos, uno más que el Boca de Veira.
Con Saviola, Aimar y Angel, el River de fin de siglo siguió jugando muy bien: alcanzó con Ramón Díaz el Apertura ‘99 y, con Gallego, el Clausura 2000, luego de que Boca lo dejara fuera de la Copa. De allí en más, todos los títulos en el Clausura tuvieron el trasfondo triste de una previa eliminación copera. En el 2002, ya con D’Alessandro y Cavenaghi, con el regreso de Ariel Ortega y con Ramón Díaz de nuevo en el banco; y el año pasado, con el chileno Pellegrini. De 2000 en adelante, River logró cuatro de los últimos cinco Clausura y Boca, tres de las últimas cuatro Libertadores. Que River celebre los títulos locales y Boca los internacionales parece ser el signo de estos tiempos riverplatenses.